Muchas mujeres tienen un horario que no les permite comer en casa. Suelen plantearse llevar un menú preparado, acudir a algún local cercano alternar ambas posibilidades. Sea cual sea la situación, resulta imprescindible seguir una dieta equilibrada y saludable. Los especialistas aportan una serie de recomendaciones que pueden facilitar la elección. ...
Muchas mujeres tienen un horario que no les permite comer en casa. Suelen plantearse llevar un menú preparado, acudir a algún local cercano alternar ambas posibilidades. Sea cual sea la situación, resulta imprescindible seguir una dieta equilibrada y saludable.
Los especialistas aportan una serie de recomendaciones que pueden facilitar la elección. Destacarían:
1-Horarios recomendados. Una propuesta aceptable se centra en desayunar a las 8, un tentempié a media mañana entre las 11 y las 12, la comida de 14 a 15, la merienda entre las 17 y 18 y la cena a las 21. Sobre las 23, puedes comer algo que favorezca tu descanso.
2-Comer en el centro de trabajo. Lleva un menú adaptado a la situación (tiempo de transporte, existencia de nevera en el centro de trabajo, posibilidad de utilizar microondas, sistema de limpieza, etc.) y realiza las demás comidas correctamente siguiendo los horarios recomendados. Elige la opción que mejor se adapte a tu situación personal y preferencias (sándwich integral de pavo, lechuga y tomate; pasta con atún y tomate; ensalada con lechuga, tomate, atún, cebolla y pepino; pechuga de pollo a la plancha con arroz blanco; una fruta). En la cena opta por las proteínas (presentes en fiambre magro, leche, queso, huevos o pescado con verduras o ensalada) y evita el consumo excesivo de hidratos de carbono.
3-De manera general, antes de pedir en el restaurante, pregunta por los ingredientes y los sistemas de elaboración empleados. Intenta elegir platos elaborados con cereales integrales, aceites saludables, verduras y proteínas magras. La carne (asada, al horno o a la parrilla) se considera una opción más saludable que los alimentos fritos o los platos elaborados con muchas salsas, por ejemplo.
4-Comida de trabajo en un local de restauración. Elige un menú basado en evitar mezclar demasiados alimentos de diferentes grupos (vegetales, por ejemplo). La merienda y la cena han de ser más suaves, pero no debes eliminarlas. Respeta los horarios, aunque la comida se prolongue más de lo deseable. Escoge una cena ligera (leche de soja con cereales integrales o un yogur con arándanos, por ejemplo).
5-Cena de trabajo en un restaurante. Intenta comer y merendar poco y adecuadamente. En la cena, si es posible, elige algo ligero (alcachofas, mejillones, berberechos o merluza a la plancha, por ejemplo). También puede pedir una guarnición de verduras sin almidón (las judías verdes, el brócoli, los espárragos o el calabacín resultan adecuados) porque te ayudarán a saciarte sin aumentar las calorías. Al día siguiente desayuna té verde, que es depurativo y favorece la eliminación de los excesos cometidos la noche anterior.