Numerosos consumidores señalan que los alimentos congelados son cómodos y fáciles de utilizar, convirtiéndolos en la base de su dieta diaria. Otros indican que no les convencen porque prefieren comprar productos frescos. Ambas opciones son buenas, aunque la mejor podría ser utilizar una combinación equilibrada de alimentos frescos y congelados. ...
Numerosos consumidores señalan que los alimentos congelados son cómodos y fáciles de utilizar, convirtiéndolos en la base de su dieta diaria. Otros indican que no les convencen porque prefieren comprar productos frescos. Ambas opciones son buenas, aunque la mejor podría ser utilizar una combinación equilibrada de alimentos frescos y congelados.
La cercanía de la Navidad implica, en muchos casos, la necesidad de empezar a organizar los menús y pensar en adquirir los alimentos y congelarlos en casa. Los datos que manejan los especialistas indican que aumenta exponencialmente la adquisición de determinados alimentos (ya congelados o para ser congelados en casa) en estos meses previos a las celebraciones navideñas.
Los expertos señalan la importancia de conocer las ventajas e inconvenientes de los alimentos congelados para poder decidir su empleo. Destacarían:
1-Casero. Si vas a congelarlos tú, utiliza recipientes aptos para el congelador (y el microondas si también lo vas a usar), indica la fecha de congelación, congela los alimentos rápidamente y descongela lentamente.
2-Comodidad. Están preparados para ser almacenados con facilidad y para ser usados de inmediato o al cabo del tiempo.
3-Consumo. Sigue las indicaciones del fabricante porque se consideran seguros y saludables si no se rompe la cadena de frío en el comercio o en el trasporte hasta tu casa.
4-Descongelación. Debe ser lenta. Calcula que, en la nevera, superaría las 24 horas.
5-Ingredientes que vas a utilizar. El pescado, el marisco, la carne y las verduras son alimentos frescos que se estropean fácilmente. Puedes encontrarlos en conserva o congelados, lo que te permitirá ahorrar espacio en la nevera.
6-Modificación de características organolépticas. En ocasiones se ve alterada su palatabilidad porque no tienen el sabor esperado y pueden incluir conservantes (colorantes, sal y grasa, fundamentalmente).
7-Período de consumo. Aunque su duración es superior a la de los alimentos que adquirimos frescos, mira la etiqueta porque tienen una fecha de caducidad inscrita que debe ser estrictamente respetada.
8-Precauciones. No es posible volver a congelar un alimento previamente descongelado o romper la cadena de frío cuando lo llevas a tu casa.
9-Precio. Son más económicos que sus equivalentes frescos comprados fuera de temporada o en momentos específicos como la Navidad, en la que suben los precios (como sucede con el marisco, por ejemplo).
10-Productos ultracongelados. La ultracongelación permite mantener las propiedades organolépticas, evita la aparición de cristales de hielo y garantiza la salubridad del alimento.
11-Tiempo de preparación. La rapidez está garantizada. El pescado y las verduras, por ejemplo, vienen limpios y adecuadamente cortados para poder cocinarlos directamente.
12-Validez. Escoge alimentos válidos para ser sometidos al proceso de congelación. En algunos casos, sus propiedades nutricionales y organolépticas se verían reducidas o eliminadas al ser sometidos a las bajas temperaturas que la congelación precisa para resultar eficaz.