Cine de confort: el refugio emocional que todas necesitamos

J.Lizcano

En un mundo donde las responsabilidades diarias y las expectativas pueden abrumarnos, muchas de nosotras encontramos consuelo en una actividad que, a primera vista, parece simple: ver películas o series de confort.

08/10/2024

Las películas y series de confort son mucho más que simples historias. Se trata de un refugio emocional que nos ayuda a desconectar, a procesar nuestras emociones y a reconectarnos con nosotras mismas. Es decir, son esas historias que nos atrapan, que hemos visto más veces de las que podemos ...

Las películas y series de confort son mucho más que simples historias. Se trata de un refugio emocional que nos ayuda a desconectar, a procesar nuestras emociones y a reconectarnos con nosotras mismas. Es decir, son esas historias que nos atrapan, que hemos visto más veces de las que podemos contar y que, de alguna manera, nos hacen sentir mejor. Ya sea una comedia romántica clásica, una serie llena de aventuras o un drama profundo, lo cierto es que tienen el poder de conectarnos con nuestras emociones de una manera única y sanadora.

Pero ¿alguna vez te has preguntado por qué recurrimos a este tipo de contenido repetidamente? ¿Qué es lo que nos hace sentir tan bien al volver una y otra vez a las mismas historias? Vamos a ver en este post cuál es ese "síntoma" que todas compartimos cuando nos dejamos envolver por nuestras películas y series favoritas.

El confort de lo familiar

Uno de los principales motivos por los que muchas mujeres recurren a estas películas o series es la sensación de seguridad que brindan. En un mundo lleno de incertidumbre, regresar a historias que conocemos de principio a fin nos da una sensación de control. Sabemos qué va a pasar, qué emociones vamos a sentir y eso reduce la ansiedad. Es como reencontrarse con una vieja amiga, esa que ya conoces de memoria, pero que siempre está dispuesta a hacerte sentir bien.

Porque no se trata solo de entretenimiento, sino de crear un espacio seguro donde no hay sorpresas desagradables ni giros dramáticos que nos desestabilicen. Este hábito es especialmente reconfortante en momentos de estrés, cuando todo a nuestro alrededor parece inestable. El estrés cotidiano puede convertirse en una carga pesada, especialmente para aquellas personas que, a menudo, equilibran múltiples roles: trabajo, familia, vida social, y la presión constante de cumplir con las expectativas. Ver una película o serie de confort es una forma de desconectar del caos. Nos transporta a un mundo donde las preocupaciones y los problemas de la vida real desaparecen por un momento.

Desconexión del caos diario

Así, durante ese tiempo que estamos viendo nuestra peli o serie favorita (sí, otra vez), podemos desconectar, relajarnos y simplemente disfrutar de una historia que, aunque tal vez no sea nueva, siempre logra tocarnos de alguna manera. Esta desconexión momentánea es más que un simple escape, es una forma de autocuidado que permite recargar energías emocionales.

La nostalgia juega un papel crucial en nuestra atracción hacia las películas y series de confort. Muchas veces, estas historias están ligadas a momentos especiales de nuestras vidas, porque, tal vez, nos recuerdan a la época en que vivías en casa de tus padres, cuando todo era más simple o a aquellas tardes de domingo con amigas, viendo maratones de tu serie favorita.

Ese sentimiento de nostalgia nos conecta con una versión más joven y menos preocupada de nosotras mismas. Es un recordatorio de tiempos más felices o sencillos, y nos permite reconectar con emociones positivas que hemos dejado atrás.

El impacto emocional positivo

Las películas y series de confort también actúan como una terapia emocional. Nos permiten procesar emociones, especialmente cuando estamos atravesando momentos difíciles. Si estamos tristes, elegimos una comedia ligera para elevar el ánimo, pero si necesitamos llorar, optamos por un drama que sabemos que nos hará soltar lágrimas. Este tipo de contenido nos ayuda a regular nuestras emociones de una manera saludable y sin juzgarnos. Además, muchas veces, las historias que elegimos tienen personajes o situaciones con los que nos sentimos identificadas, lo que amplifica esa sensación de pertenencia y comprensión. Nos vemos reflejadas en la pantalla, lo que nos permite sentirnos acompañadas en nuestros propios retos.

Al final del día, ver películas y series de confort no es solo una manera de pasar el tiempo, sino una forma de autocuidado. Sobre todo, porque ese momento nos brinda la oportunidad de parar, respirar y darnos permiso para no hacer nada más que disfrutar. Y en un mundo tan acelerado, tomarnos ese tiempo para disfrutar de lo que ya conocemos y amamos es un regalo que todas deberíamos darnos con mayor frecuencia.

Así que, ¡ya sabes! La próxima vez que te encuentres en medio de una maratón de tu serie favorita, no te sientas culpable. Recuerda que este "síntoma" de volver una y otra vez a esas historias no es un acto de pereza, sino una forma de sanar y reconectar con tu bienestar emocional.

 

 

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