La cebolla procede de Asia y era considerada de interés por los egipcios, que le atribuían la capacidad de mejorar algunas enfermedades. También griegos y romanos la valoraban y empleaban como diurético y para curar heridas. La medicina tradicional china la utilizaba en enfermedades respiratorias. Como alimento su uso se extendió durante la Edad Media. Actualmente, la cebolla se cultiva y utiliza en todo el mundo.

Botánicamente se denomina Allium Cepa. Es una hortaliza que pertenece a la familia de las liliáceas, como el ajo, con el que comparte ciertas propiedades. Entre los numerosos tipos de cebolla destacaría la cebolla común (una de las más utilizadas en la cocina, es de color dorado, gran tamaño y tiene aroma y sabor intensos), la cebolla roja o morada (ideal para consumir en crudo o encurtida, con una piel coloreada más fina que en otras cebollas) y la cebolla blanca (menos picante que la cebolla común y muy crujiente).

A nivel nutricional, destacaría que está compuesta principalmente por agua (aproximadamente el 90%) e hidratos de carbono. Aporta pocas grasas y escasas proteínas. Contiene vitaminas (especialmente vitamina C), minerales (potasio, calcio, fósforo, magnesio, cromo y azufre, fundamentalmente), flavonoides (como la quercetina), fibra, glucoquinina y aceite esencial (considerado bactericida y fungicida).

Los especialistas señalan que, entre las propiedades atribuidas a la cebolla, destacarían:

1-Antidiabética. Presenta cromo (compuesto que forma parte del factor de tolerancia a la glucosa) y glucoquinina (estimulante del páncreas que ayuda a reducir el nivel de azúcar en sangre).

2-Antioxidante. Contiene quercetina, un flavonoide considerado potente antioxidante, con propiedades antiinflamatorias, antialérgicas y que puede ayudar a reducir los síntomas de fatiga, por ejemplo.

3-Antiséptica y mucolítica. Los componentes azufrados (con propiedades antisépticas) y la quercetina (acción antiinflamatoria) la convierten en un elemento eficaz frente a problemas respiratorios como resfriados, bronquitis y asma, por ejemplo.

4-Capacidad prebiótica. Contiene fructooligosacáridos, compuestos prebióticos que estimulan el crecimiento de bífidobacterias e inhiben el desarrollo de bacterias patógenas a nivel intestinal, favoreciendo la macrobiota.

5-Digestiva. Previene la formación de gases por fermentación intestinal y el estreñimiento y mejora las digestiones pesadas. Se recomienda un consumo controlado si se tiene tendencia a sufrir acidez.

6-Diurética. Contiene potasio, lo que facilita la expulsión de líquidos y reduce la sensación de piernas pesadas.

7-Efecto cardiosaludable. Debido a sus componentes azufrados, previene la agregación plaquetaria y la formación de trombos. También facilita la regulación de los niveles de colesterol y triglicéridos.

8-Mejora la piel y el pelo. Se considera que reduce la caspa, la caída del cabello, y limpia y rejuvenece la piel.

Se recomienda un consumo moderado Puede producir reflujo y flatulencia por lo que  las personas que tienen el aparato digestivo delicado deben moderar su ingesta. Además, puede causar halitosis o mal aliento, especialmente cuando se consume cruda. Sola o acompañada por otros alimentos del reino vegetal o animal. Combina con casi todo y admite casi todas las posibles elaboraciones culinarias.