La otitis media es una de las enfermedades más frecuentes en la infancia y debe ser consultada al pediatra. Su origen puede ser vírico o bacteriano y precisa tratamiento médico. Se presenta cuando se produce una inflamación en la cavidad del oído medio localizada detrás del tímpano, se obstruye la trompa de Eustaquio (que conecta la parte media del oído con la garganta) encargada de drenar el líquido producido en el oído medio, y se acumula ese líquido (un exudado con o sin pus), llegando a producirse una infección.

Los datos que manejan los especialistas señalan que, antes de cumplir cinco años, aproximadamente el 90% de los niños (más frecuente que en las niñas) habrá sufrido un episodio de otitis media aguda y cerca del 30% desarrollará repeticiones antes de cumplir 7 años. Desde esa edad, la frecuencia disminuye. También puede presentarse en adultos, pero es menos habitual debido a la anatomía de la trompa de Eustaquio.

Los especialistas señalan que existen diferentes tipos de otitis media, entre los que destacarían:

1-Otitis media aguda. Es la más frecuente, de corta duración (menos de tres semanas, generalmente) y, normalmente, aparece de repente.

2-Otitis media serosa, secretora, con derrame o mucosa. Existe líquido en el oído medio pero la membrana timpánica no está afectada.

3-Otitis media aguda supurada. Se presenta pus en el exudado.

4-Otitis media subaguda. Se mantiene de tres semanas a tres meses.

5-Otitis media crónica. Se prolonga más de tres meses.

6-Otitis media crónica supurada. Se presenta supuración de líquido por el conducto auditivo externo o la membrana del tímpano está  perforada.

7-Miringitis. Describe una otitis media en la que se inflama la capa externa de la membrana del tímpano.

Entre las causas desencadenantes de la aparición de una otitis media destacarían:

-El exceso de moco y de saliva presente en los bebés durante la dentición.

-El mal funcionamiento de la trompa de Eustaquio. Puede obstruirse por motivos intrínsecos o extrínsecos.

-Alergias específicas.

-Resfriados en los que se presentan infecciones de las vías respiratorias superiores.

-La presencia de sustancias irritantes en el ambiente (especialmente el humo del tabaco).

-Una alteración en la función ciliar del epitelio respiratorio que reduce la capacidad de expulsión de microorganismos y restos del oído.

-Además, la otitis media crónica, puede ser causada por infecciones repetidas del oído.

La otitis media requiere diagnóstico médico. Precisa la exploración del oído con un otoscopio para detectar la presencia de burbujas de aire o líquido tras el tímpano o su perforación. Además, puede realizarse una audiometría (cuando la persona afectada ha sufrido anteriormente infecciones de oído) y/o una timpanometría para valorar el estado de la membrana del tímpano y otros elementos estructurales. Cuando se trata de una otitis media crónica se puede realizar un cultivo de las secreciones o una tomografía computarizada.