La civilización egipcia utilizaba la planta de Aloe vera hace más de 5.000 años con fines curativos. Sus múltiples propiedades hidratantes, regenerativas, nutrientes y cicatrizantes han sido conocidas y aprovechadas desde tiempos ancestrales. Pero no fue hasta el año 1935 que se publicó el primer estudio científico que avalaba todas ...
La civilización egipcia utilizaba la planta de Aloe vera hace más de 5.000 años con fines curativos. Sus múltiples propiedades hidratantes, regenerativas, nutrientes y cicatrizantes han sido conocidas y aprovechadas desde tiempos ancestrales. Pero no fue hasta el año 1935 que se publicó el primer estudio científico que avalaba todas esas características beneficiosas y su poder curativo. Desde entonces han sido muchas las investigaciones y ensayos clínicos que han constatado sus efectos beneficiosos para la salud y la belleza.
En el mercado existen multitud de productos que utilizan como reclamo su contenido de Aloe vera, pero en este grupo encontramos tanto aquellos con una concentración del 2% como los que alcanzan más del 90%. Por eso, es importante distinguir entre gel, jugo, concentrado y extracto de Aloe vera.
El gel es la pulpa de la hoja triturada, rica en polisacáridos, vitaminas y minerales, pero puede contener aloína, una sustancia de acción laxante presente en la planta, que en el proceso de transformación para obtener el jugo se elimina en su práctica totalidad. El jugo es la forma más común de encontrar Aloe vera, no contiene aloína prácticamente, pero conserva el resto de componentes beneficiosos. Por su parte, el concentrado de Aloe vera es gel deshidratado, mientras que el extracto es un preparado que se obtiene a partir del polvo mezclado con agua, y que suele contener menos del 10% de esta planta. La mayoría de fabricantes utiliza polvo, por el ahorro en costes y logística que supone: resulta más caro transportar cubas de jugo de Aloe, que el producto en polvo deshidratado, y añadirle agua después.
La firma Atlantia produce y elabora en Canarias sus productos a base de Aloe vera puro, lo que supone una gran ventaja respecto a otras marcas. Esto también la convierte en pionera en cuanto a la evidencia científica de sus productos, ya que los estudios que existían hasta el momento estaban realizados con extracto y no con aloe vera puro.
Desde Atlantia señalan que las diferencias en cuanto a las concentraciones son importantes, porque afectan al resultado del producto. "El Aloe vera contiene vitaminas, minerales, aminoácidos, enzimas, diversos compuestos secundarios de plantas y también mono y polisacáridos. El ingrediente más importante es la Aloverosa, un azúcar complejo que solo se produce en la especie `Aloe barbadensis Miller´ y que fija la hidratación en la piel". "En una dermis sana, la diferencia entre un producto puro, con altos niveles de Aloverosa, y otro a base de polvos de Aloe y agua, quizá no se aprecie tanto. Pero, cuando se trata de pieles sensibles, dañadas, con quemaduras, etc., la concentración de los principios activos juega un papel muy importante", recalcan.
El clima privilegiado, los vientos alisios y el terreno volcánico de las Islas Canarias aportan al Aloe vera cultivado en este archipiélago mayor concentración de principios activos y minerales, confiriéndole propiedades extraordinarias para la regeneración tanto de la piel como de la mucosa. Fundada por Productos Naturales de Canarias y producida por Laboratorios Kosei, con más de 20 años de experiencia en la elaboración de productos dermocosméticos de muy alta calidad, Atlantia nace en 2002 tras años de investigación. Su línea de productos a base de la mejor selección de Aloe vera de Canarias, procedente de cultivo ecológico, combina las propiedades tradicionales de esta planta con la última tecnología e innovaciones desarrolladas por el departamento I+D+i de la marca.
Atlantia elabora sus productos con Aloe vera 100% orgánico, no transgénico y en su cultivo no se utilizan fertilizantes sintéticos, pesticidas o fungicidas. Además, la marca garantiza el máximo control de todo el proceso, desde su cultivo ecológico hasta que llega al consumidor. Sus hojas se recogen a mano, cuando la plan- ta tiene entre 4 y 5 años, una vez ha alcanzado el tamaño óptimo para que todos los activos estén presentes en la cantidad adecua- da. Las hojas frescas recién cortadas se llevan al laboratorio para comenzar con la extracción del jugo. Este se guarda en frío en tanques de acero y se envasa al poco tiempo para preservar sus propiedades y frescura.