Qué es una cataplasma: cómo y para qué se utiliza

Sonia Baños

Las cataplasmas han sido un remedio muy utilizado a lo largo de la historia para tratar diferentes enfermedades. Hoy en día son muy efectivas para tratar diferentes afecciones. Hoy en esvivir.com te contamos con detalles qué es y para qué puedes utilizarlo.   

02/10/2024

Una cataplasma es un remedio tradicional natural que consistente en mezclar ingredientes naturales que se aplican directamente sobre la piel para tratar problemas de salud o estéticos. Durante siglos y siglos, las cataplasmas han sido un recurso muy importante para tratar inflamaciones, dolencias musculares, quemaduras… Las cataplasmas tienen sus orígenes en ...

Una cataplasma es un remedio tradicional natural que consistente en mezclar ingredientes naturales que se aplican directamente sobre la piel para tratar problemas de salud o estéticos. Durante siglos y siglos, las cataplasmas han sido un recurso muy importante para tratar inflamaciones, dolencias musculares, quemaduras…

Las cataplasmas tienen sus orígenes en la medicina más tradicional. De hecho, en civilizaciones antiguas como la egipcia, la griega o la china, usaban cataplasmas de arcilla o hierbas para tratar muchas dolencias. De hecho, en esa época eran la principal fuente de cura. Médicos de la Antigüedad, tan famosos como Hipócrates, ya hablaban de las cataplasmas en sus escritos. A lo largo del tiempo, el tratamiento con cataplasmas ha ido evolucionando, aunque los principios activos siguen siendo los mismos.  

 

¿Cómo hacer una cataplasma?

Existen diferentes tipos de cataplasmas, pero la mayoría de ellas se siguen preparando siguiendo el mismo proceso: 

  1. Primero elegimos el ingrediente activo: Dependiendo de lo que queramos tratar  (un problema de salud o belleza), seleccionamos el ingrediente adecuado. Pueden ser hierbas medicinales, arcilla, semillas o aceites esenciales.
  2. Preparamos la mezcla: A continuación, preparamos los ingredientes y los mezclamos con agua fría o caliente, hasta conseguir una pasta. El líquido, en algunos casos, también puede ser vinagre de vino, por ejemplo. Si la cataplasma es para tratar inflamaciones, se puede usar el líquido en caliente, y para quemaduras o picaduras, se empleará el líquido en frío.
  3. Aplicamos sobre la piel: La mezcla resultante se coloca sobre una gasa o tela fina y se aplica directamente sobre la zona afectada. Seguidamente, se cubre con un paño para mantener la temperatura y dejar actuar el remedio.
  4. Tiempo de actuación: La cataplasma se deja sobre la piel entre 20 y 40 minutos, dependiendo del tratamiento y del área a tratar, aunque también podemos dejarlo actuar durante toda la noche para intensificar sus efectos. 

Diferentes tipos de cataplasmas

Puedes hacer cataplasmas de infinidad de ingredientes, pero los más habituales son: 

1. Cataplasma de arcilla

Es perfecto para desintoxicar la piel, reducir inflamaciones y calmar dolores. La arcilla tiene propiedades absorbentes que extraen las impurezas y toxinas del cuerpo. Sobre la piel, ayuda a reducir el acné y purificar el rostro. También es excelente para tratar esguinces, moretones o hinchazón.

2. Cataplasma de semillas de lino

Este tipo de cataplasma se utiliza para tratar problemas respiratorios como tos o dolor de garganta. Las semillas de lino contienen mucílagos que tienen un efecto calmante y expectorante. También se pueden usar para aliviar dolores musculares y articulares.

3. Cataplasma de manzanilla

Es ideal para calmar la piel irritada o quemada, tras un día de exceso de exposición al sol, por ejemplo, ya que la manzanilla tiene propiedades antiinflamatorias y regenerativas. Además, ayuda a reducir ojeras y bolsas bajo los ojos, puesto que alivia la hinchazón y mejora la circulación.

4. Cataplasma de jengibre

El jengibre tiene propiedades antiinflamatorias y analgésicas, lo que lo convierte en un ingrediente perfecto para aliviar dolores musculares y articulares. Debemos utilizarlo, sobre todo, en casos de artritis o reumatismo. Además, si lo aplicamos sobre el pecho, mejora la respiración en casos de resfriado o congestión. 

5. Cataplasma de mostaza

Este tipo de cataplasma es uno de los más antiguos que se conoce para estimular la circulación sanguínea. Es muy útil para dolores musculares y reumatismo. Sin embargo, debemos de tener cuidado al aplicarlo, ya que, si lo dejamos demasiado tiempo sobre la piel, puede ser irritante. 

 

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