Una cataplasma es un remedio tradicional natural que consistente en mezclar ingredientes naturales que se aplican directamente sobre la piel para tratar problemas de salud o estéticos. Durante siglos y siglos, las cataplasmas han sido un recurso muy importante para tratar inflamaciones, dolencias musculares, quemaduras… Las cataplasmas tienen sus orígenes en ...
Una cataplasma es un remedio tradicional natural que consistente en mezclar ingredientes naturales que se aplican directamente sobre la piel para tratar problemas de salud o estéticos. Durante siglos y siglos, las cataplasmas han sido un recurso muy importante para tratar inflamaciones, dolencias musculares, quemaduras…
Las cataplasmas tienen sus orígenes en la medicina más tradicional. De hecho, en civilizaciones antiguas como la egipcia, la griega o la china, usaban cataplasmas de arcilla o hierbas para tratar muchas dolencias. De hecho, en esa época eran la principal fuente de cura. Médicos de la Antigüedad, tan famosos como Hipócrates, ya hablaban de las cataplasmas en sus escritos. A lo largo del tiempo, el tratamiento con cataplasmas ha ido evolucionando, aunque los principios activos siguen siendo los mismos.
Existen diferentes tipos de cataplasmas, pero la mayoría de ellas se siguen preparando siguiendo el mismo proceso:
Puedes hacer cataplasmas de infinidad de ingredientes, pero los más habituales son:
Es perfecto para desintoxicar la piel, reducir inflamaciones y calmar dolores. La arcilla tiene propiedades absorbentes que extraen las impurezas y toxinas del cuerpo. Sobre la piel, ayuda a reducir el acné y purificar el rostro. También es excelente para tratar esguinces, moretones o hinchazón.
Este tipo de cataplasma se utiliza para tratar problemas respiratorios como tos o dolor de garganta. Las semillas de lino contienen mucílagos que tienen un efecto calmante y expectorante. También se pueden usar para aliviar dolores musculares y articulares.
Es ideal para calmar la piel irritada o quemada, tras un día de exceso de exposición al sol, por ejemplo, ya que la manzanilla tiene propiedades antiinflamatorias y regenerativas. Además, ayuda a reducir ojeras y bolsas bajo los ojos, puesto que alivia la hinchazón y mejora la circulación.
El jengibre tiene propiedades antiinflamatorias y analgésicas, lo que lo convierte en un ingrediente perfecto para aliviar dolores musculares y articulares. Debemos utilizarlo, sobre todo, en casos de artritis o reumatismo. Además, si lo aplicamos sobre el pecho, mejora la respiración en casos de resfriado o congestión.
Este tipo de cataplasma es uno de los más antiguos que se conoce para estimular la circulación sanguínea. Es muy útil para dolores musculares y reumatismo. Sin embargo, debemos de tener cuidado al aplicarlo, ya que, si lo dejamos demasiado tiempo sobre la piel, puede ser irritante.