La mayoría de estos problemas aparecen a partir de los 45 años y suelen estar relacionados con cambios hormonales, que se agravan en la perimenopausia y, sobre todo, con la llegada de la menopausia.

¿Qué es la ginecología regenerativa y funcional?

La ginecología regenerativa es un campo emergente que se centra en la restauración y revitalización de los tejidos ginecológicos utilizando técnicas regenerativas, como la terapia con factores de crecimiento plaquetario, láser, radiofrecuencia y otras terapias avanzadas. Este enfoque busca estimular la capacidad natural del cuerpo para reparar y regenerar los tejidos dañados o envejecidos.

A nivel de la zona íntima femenina, en la menopausia se produce el llamado Síndrome Genitourinario de la Menopausia (GSM) que presenta una serie de síntomas y signos asociados a la disminución de las hormonas femeninas que involucran cambios en los labios mayores (pérdida de turgencia) y menores, clítoris, introito, vagina, uretra y vejiga. Además de síntomas genitales; el Síndrome Genitourinario de la Menopausia puede provocar sequedad, ardor e irritación; síntomas sexuales como pérdida de lubricación, incomodidad, dolor, función sexual deteriorada; síntomas urinarios de urgencia, ardor e infecciones recurrentes del tracto urinario.

TRV o Técnicas de Rejuvenecimiento Vaginal

La Ginecoestética es una vertiente de la ginecología y de la medicina estética orientada a resolver aquellos aspectos de la zona genital femenina que causan un déficit de la calidad de vida de la mujer, por ejemplo: el tamaño prominente de los labios menores, la relajación vaginal o laxitud vaginal originada por embarazos, la atrofia genital causada por la reducción hormonal en la postmenopausia, así como aquellas alteraciones anatómicas que produzcan dolor o incomodidad tanto en las relaciones sexuales como en la vida diaria (por ejemplo, la actividad deportiva). También las alteraciones dermatológicas en la región genital que producen alteraciones antiestéticas y molestas… todo esto se puede tratar también con técnicas no quirúrgicas, en lo que denominamos Técnicas de Rejuvenecimiento Vaginal (TRV). Estos tratamientos están apoyados en el uso del láser, inyecciones de ácido hialurónico en región genital, uso de plasma rico en plaquetas y otros métodos como la radiofrecuencia.

CAPENERGY lleva más de 10 años centrada en la investigación y el desarrollo de equipos de radiofrecuencia de 2ª Generación para portar mejoras  funcionales, que  generalmente  aportan  también  mejoras estéticas. Se trata unos procedimientos médico-estéticos que dan lugar tanto a una mejor apariencia de los genitales como a una mejoría de la funcionalidad vaginal, lo que permite volver a disfrutar de relaciones sexuales satisfactorias y restaurar las alteraciones propias de los traumatismos obstétricos, edad, etc.

Se suelen solicitar terapias por dolor a la penetración del pene por la atrofia urogenital que se produce por la pérdida de estrógenos y de colágeno que vamos perdiendo cada año un 1% (desde los 30 años) y se incrementa por supuesto con el paso de los años. También solicitan terapias por incontinencia urinaria o por sensación de picor vulvar y escozor que no mejora con ciertos tratamientos en cremas o pomadas locales. La sequedad vaginal también es otro problema que la ginecoestética puede solucionar y que suele aparecer durante la menopausia, hasta en un 70% según la SEGO (Sociedad  Española  de  Ginecología  y Obstetricia).

¿Cómo funciona?

El calor generado por la Radiofrecuencia de la tecnología Capenergy se produce por un efecto no ablativo: este procedimiento de generación de calor se consigue por la activación interna de las moléculas de agua en los tejidos ricos de fluido y por el efecto denominado Joule en los tejidos carentes de líquido. La resistencia inherente (ohmios) al movimiento de estos iones y moléculas en el tejido provoca calor por transferencia (julios). Se trata de un proceso biológico no agresivo y potente en la recuperación tisular.

¿Qué se puede tratar con esta técnica?

A nivel interno el canal vaginal se vuelve menos elástico, se `recoloca´ y, por tanto, se reduce el canal, se vuelve más estrecho, y aumenta la sensibilidad genital. También se consigue un efecto rejuvenecimiento de la zona: actúan sobre el colágeno de la mucosa promoviendo la fabricación de nuevo colágeno, más sano y más joven, que mejora la sequedad vaginal.

A nivel externo aporta mayor tensión a los labios menores y mayores. El comportamiento `natural´ de estas dos zonas suele ser, normalmente, distinto: el labio menor va cayendo, por la edad, y los mayores pierden grasa y tienen flacidez.

¿Duele?

Es un procedimiento bien tolerado, indoloro, no invasivo y sin riesgos de infección. El tiempo de cada sesión es de entre 20 y 30 minutos y se pauta un ciclo de sesiones de cinco, que puede ser repetido según la gravedad de la patología consultada. No es molesto porque se aplica crema anestésica, que se deja actuar durante 15 minutos antes de realizar el tratamiento. Se puede hacer vida normal; sólo hay que evitar mantener relaciones sexuales hasta pasados 5-6 días después de la sesión.

Más información: capenergy.com