La asertividad puede describirse como una herramienta útil para expresar opiniones, sentimientos y necesidades de forma honesta, directa y adecuada, sin olvidar los derechos de los demás y sin hacer daño a la persona con la que te comunicas. Mantener una comunicación asertiva implica una actitud personal positiva cuando te relacionas ...
La asertividad puede describirse como una herramienta útil para expresar opiniones, sentimientos y necesidades de forma honesta, directa y adecuada, sin olvidar los derechos de los demás y sin hacer daño a la persona con la que te comunicas.
Mantener una comunicación asertiva implica una actitud personal positiva cuando te relacionas con otras personas. Se centra en expresar opiniones, derechos y valoraciones, evitando descalificaciones, reproches, insultos y enfrentamientos con tu interlocutor. Se considera una vía adecuada para la interacción y la comunicación entre las personas que ayuda a optimizar las relaciones. Te permite decir lo que piensas, comprender tus propias necesidades y las de otras personas, ser responsable de tus emociones y conectar con los demás de forma correcta.
Las personas asertivas presentan características específicas. Hablan de manera fluida, mantienen un contacto visual adecuado y que no resulta amenazante, manifiestan comodidad en su postura, aportan pensamientos y emociones positivos y son capaces de defender sus derechos sin hacer sentir mal a su interlocutor.
En algunas ocasiones resulta complicado mantener la asertividad porque puede que no dependa únicamente de ti misma. Los especialistas señalan que algunas recomendaciones pueden te ayudarte a ser asertiva a pesar de los problemas a los que debas enfrentarte. Destacarían:
1-Demuestra comprensión con la otra persona. Ser asertiva implica ser capaz de escuchar y comprender cómo siente o piensa la otra persona. Es fundamental demostrar con tus expresiones que le has escuchado activamente y que entiendes su punto de vista, aunque no lo compartas.
2-Expresa claramente tu mensaje. Aportar un mensaje conciso mejora su comprensión y evita despistes o tener que ofrecer explicaciones innecesarias que solo perjudicarán la relación con tu interlocutor.
3-Focaliza tu atención en el problema, no en la persona implicada. Un comportamiento o una actitud no definen a una persona. Los ataques o los juicios personales son inútiles. Céntrate en el problema que deseas solucionar.
4-Identifica y reconoce tus errores. Ser asertiva implica admitir tus fallos. Es importante aceptar las críticas sin enfadarte, reconocer tu responsabilidad y poder explicarte desde ese punto.
5-Pegunta todas tus dudas. No debes suponer que las cosas son como crees ni considerar un ataque personal la conducta de la otra persona. Realiza las preguntas necesarias para entender lo que está sucediendo y poder evitar un conflicto innecesario.
6-Utiliza la primera persona cuando hables con alguien. Es preciso evitar la comunicación impersonal que genera la sensación de que no quieres involucrarte en la situación que se presenta. Emplear la primera persona evitará que tu interlocutor se ponga a la defensiva y se produzca una comunicación adecuada en la que puedas manifestarte de manera asertiva.