Más allá de simplemente mantener el orden, este método educativo ofrece una visión innovadora para diseñar un entorno que fomente la autonomía y el amor por el aprendizaje desde una edad temprana.
 
Paloma Castellanos, colaboradora de Colorbaby y psicóloga especialista en neuropsicología y educación, además de profesora de Educación Infantil y orientadora en un centro escolar, nos descubre cómo el método Montessori convierte la organización de los juguetes en una herramienta eficaz para el crecimiento, la independencia y la creatividad de nuestros hijos.
 
"El método Montessori se basa en la organización del entorno en cinco áreas clave del desarrollo humano: vida práctica, área sensorial, lógica-matemática, lenguaje y cultura. En este enfoque, cada material tiene un lugar específico donde debe guardarse después de su uso. Esta estructura no solo mantiene el orden, sino que también facilita que los niños encuentren lo que buscan la próxima vez que quieran usarlo," comenta Paloma.

Cómo podemos aplicar estos principios en casa

1. Coloca los juguetes a la altura de los niños. Su visibilidad y accesibilidad son fundamentales. Si los juguetes están a su altura, nuestros hijos pueden elegir de manera autónoma con qué jugar. De esta forma fomentamos su sentido de responsabilidad y promovemos su independencia.
2. Rótalos periódicamente para mantener el interés y evitar el aburrimiento. Así, los niños mantienen un papel activo en su aprendizaje, involucrándose en el orden y cuidado de sus pertenencias.
3. Estructura y organiza el ambiente. Esto incluye tener un número limitado de juguetes, involucrar a nuestros hijos en el proceso de organización y ser un modelo a seguir. Los niños pueden comenzar a colaborar en la organización a partir del momento en que empiezan a caminar y adquieren mayor control sobre sus movimientos. Este proceso es gradual y varía según el desarrollo individual de cada niño.
4. Utiliza accesorios que faciliten el orden. Para lograr un espacio ordenado, los accesorios clave incluyen estanterías bajas, cestas, bandejas y apoyos visuales como carteles y fotos. Estos elementos ayudan a definir y mantener el orden en el entorno de juego.
5. Organiza habitaciones compartidas de manera efectiva. Compartir habitación puede ser una experiencia enriquecedora, pero también presenta desafíos organizativos. Para manejarlo de manera efectiva, ten en cuenta lo siguiente. Por un lado, utiliza separadores visuales como estanterías bajas, cortinas o muebles para crear áreas semi-independientes dentro de la habitación. También se aconseja marcar zonas. Emplea etiquetas, dibujos o símbolos para diferenciar claramente las áreas de cada niño, como la zona de dormir, el área de juegos y el área de estudio.
 
Con estos sencillos pasos, puedes convertir la organización de los juguetes en una aventura educativa y divertida que beneficie tanto a tus hijos como a vosotros. ¡Anímate a probar en casa y observa los resultados!