El restaurante de Carmy (Jeremy Allen White) se ha convertido en un espacio gastronómico de altura y este cambio se percibe a todos los niveles, desde el menú, pasando por la forma de ejecutarlo y su presentación, hasta la decoración y la manera de atender a los comensales. Nada tiene que ...
El restaurante de Carmy (Jeremy Allen White) se ha convertido en un espacio gastronómico de altura y este cambio se percibe a todos los niveles, desde el menú, pasando por la forma de ejecutarlo y su presentación, hasta la decoración y la manera de atender a los comensales. Nada tiene que ver con el negocio familiar de antaño. Sus empleados saben de sobra el riesgo que conlleva lanzar este proyecto para conseguir el estrellato, pero los sacrificios, esfuerzos y dedicación que eso conlleva los pondrá al límite. El chef está motivado, se siente creativo y con ganas de demostrar lo mucho que ha aprendido al frente de los fogones. Sin embargo, su nivel de exigencia, terquedad y la posibilidad de que no de pie a la réplica le generará algún que otro conflicto con su equipo de trabajo en esta tercera temporada de la serie. Las cuentas que tiene pendientes con el pasado volverán a aflorar con fuerza, él intentará refugiarse en lo que más le apasiona, que es la cocina, pero esta opción no siempre es la más recomendable. Su mano derecha, Sydney (Ayo Edebiri) tiene muchas tablas para estar al frente de los fogones, como ya había quedado reflejado en capítulos anteriores de ´The Bear´, pero en ocasiones se sentirá un poco desplazada en el tablero de juego y sus ansias de crecer y aprender se irán desvaneciendo. Con el tiempo, tendrá que tomar decisiones difíciles, que la pondrán contra las cuerdas y le harán cuestionarse si debe saltar al vacío y dejarse llevar, o, de lo contrario, seguir y mostrar, desde su posición como chef profesional, que tiene mucho que aportar todavía en esta nueva etapa que se abre ante sus pies.
Otro de los personajes que despunta es el `primo´ Richie (Ebon Moss-Bachrach), que se ha contagiado de ese perfeccionismo, de ofrecer su mejor versión en el ámbito de la restauración y en su vida personal, valorando las pequeñas cosas que antes no eran igual de importantes. También se verá el crecimiento personal de Tina (Liza Colón-Zayas) y de Marcus (Lionel Boyce), como han ido ganando seguridad en su trabajo y han ido aprendiendo y adquiriendo nuevas destrezas a lo largo de este tiempo. Saltos temporales hacia atrás y hacia delante, fundidos a negro, primerísimos primeros planos, silencios, ausencia de diálogos en algunos casos son algunos de los recursos que ayudan a acentuar esa tensión, esa angustia y presión con la que los personajes tienen que enfrentarse al pasado y a los desafíos del presente. La figura materna estará nuevamente ahí sobrevolando las escenas de caos, siendo fundamental para entender y comprender lo que están pasando Carmy y su hermana Natalie (Abby Elliott) y de qué manera los afecta a la hora de tomar decisiones.
Por el momento, este proyecto audiovisual ha dado con la receta del éxito y ha sido reconocido con 11 premios Emmy.
FOTO PRINCIPAL.: Imagen extraída del perfil de Twitter de Disney+ España.