Aproximadamente, la mitad de los adultos que presentan trastorno de estrés postraumático se recupera de forma completa a los tres meses, normalmente con la ayuda de profesionales especializados en este tipo de alteraciones. De manera general, el tratamiento recomendado para tratar el trastorno de estrés postraumático es la terapia cognitivo-conductual centrada ...
Aproximadamente, la mitad de los adultos que presentan trastorno de estrés postraumático se recupera de forma completa a los tres meses, normalmente con la ayuda de profesionales especializados en este tipo de alteraciones.
De manera general, el tratamiento recomendado para tratar el trastorno de estrés postraumático es la terapia cognitivo-conductual centrada en el trauma, que aporta una serie de herramientas que han demostrado su eficacia (la exposición prolongada y la reestructuración cognitiva, fundamentalmente).
Los tratamientos psicológicos que mayor eficacia han mostrado son los centrados en el trauma, los que se focalizan en el recuerdo del evento traumático o de su significado, utilizando las técnicas adecuadas para facilitar el procesamiento cognitivo y emocional de la experiencia traumática vivida.
Los especialistas señalan que algunas recomendaciones pueden prevenir la aparición del trastorno de estrés postraumático tras sufrir un evento traumático entre las que destacarían:
1-Acompañarte de gente de tu entera confianza. El apoyo social te ayudará a recuperar seguridad y confianza en las personas que habrás perdido tras lo sucedido.
2-Afrontar correctamente y sin miedo lo que te recuerde al evento traumático. Inicialmente sentirás un intenso malestar que irá disminuyendo cuando aumentes tu fortaleza ante lo sucedido y te ayudará a recuperarte.
3-Buscar ayuda profesional e institucional. Existen profesionales e instituciones que pueden orientarte en tus necesidades generales y ayudarte a manejar los síntomas de ansiedad y las emociones que sientes.
4-Cubrir las necesidades básicas. Es importante continuar (o iniciar) el autocuidado. Seguir una dieta saludable, mantener la hidratación adecuada, dormir lo suficiente (o incluso más de lo habitual para que tu cuerpo se recupere y pueda procesar lo que te ha sucedido) y hacer ejercicio, entre otras.
5-Evitar la presión. Dejar que pase el tiempo sin someterte a una presión excesiva por recuperarte te permitirá asimilar y procesar correctamente lo sucedido para poder volver a la normalidad que has perdido.
6-Eliminar las dudas. No busques explicaciones porque no las vas a encontrar aplicando la lógica y esa incertidumbre te impedirá reducir el sufrimiento.
7-Realizar actividades satisfactorias que te permitan disfrutar de nuevo. Dar un paseo por la playa, patinar, leer un libro o disfrutar de un baño con sales y agua caliente, por ejemplo, son actividades fáciles de realizar que te harán sentir mejor.
8-Reconocer, gestionar y expresar las emociones. No escondas tus emociones desagradables o negativas, acepta que es posible tenerlas y no las evites. Si te sienta bien, puedes compartirlas con otras personas o escribirlas, por ejemplo.
9-Recuperar las rutinas. Son fáciles de cumplir y aportan normalidad a nuestras vidas. Organiza tu agenda, ordena tu habitación, planifica la compra o prepara un programa de actividades para la semana, por ejemplo.