El organismo necesita mantener un nivel adecuado de energía para poder llevar a cabo todas las actividades diarias y mantener un buen estado de ánimo. De manera general, los cambios de estación o los períodos de estrés mantenido nos agotan, reducen nuestra energía, causan alteraciones en nuestro equilibrio y nos ...
El organismo necesita mantener un nivel adecuado de energía para poder llevar a cabo todas las actividades diarias y mantener un buen estado de ánimo. De manera general, los cambios de estación o los períodos de estrés mantenido nos agotan, reducen nuestra energía, causan alteraciones en nuestro equilibrio y nos generan malestar. Es necesario hacer frente a la situación y tomar las medidas adecuadas para reconducirla porque esperar a que se resuelva por sí mismo no es una buena opción.
Los expertos señalan que el primer paso podría ser modificar hábitos nocivos. En este sentido, dejar de fumar, reducir el consumo de alcohol, hacer ejercicio, renunciar al sedentarismo porque nos sintamos continuamente cansados o comer de manera saludable siguiendo una dieta equilibrada, es fundamental. También es importante disfrutar de un estado mental relajado sin dar excesiva importancia a todos esos pequeños problemas diarios que nos generan una ansiedad inadecuada e incontrolable. Consulta al médico y sigue sus indicaciones.
A nivel preventivo, para evitar la sensación de cansancio y falta de energía, los expertos aportan una serie de recomendaciones entre las que destacarían:
1-Descansar de manera adecuada para lograr la recuperación necesaria tras la actividad diaria. Dormir forma parte de la rutina y una necesidad vital. Si tienes problemas de insomnio o percibes que tu sueño no es reparador, solicita la ayuda de tu médico.
2-Disfrutar de una dieta equilibrada y aumentar el consumo de alimentos energéticos. Aunque son muchos los que se encuentran en este grupo, los más adecuados desde el punto de vista nutricional serían los frutos secos (almendras, nueces y avellanas, entre otros) no pueden faltar en tu dieta.
3-Escapar del sedentarismo. No renuncies a realizar ejercicio porque es una importante fuente de satisfacción si lo practicas de manera correcta y sin una exigencia excesiva que te genere una tensión intolerable.
4-Obviar al cansancio e intentar realizar las actividades cotidianas, aunque resulten más complejas y se ejecuten a una velocidad menor de la habitual. Lo importante es conseguir acabar, a pesar del tiempo que debamos emplear.
5-No recurras a la automedicación. Tomar vitaminas por consejo de un amigo o relajantes "naturales" para dormir resulta inadecuado y puede generar otros problemas de los que resulta complicado salir.
6-Reducir o eliminar totalmente el consumo de sustancias nocivas para tu salud. Alcohol, tabaco o café, por ejemplo, no pueden convertirse en un remedio rescate porque no lo son. Lo habitual cuando te sientes mal es recurrir a sustancias que consideras estimulantes y que crees que te harán sentir mejor. No es así. Esos compuestos no resolverán la situación y acabarán generando un mayor malestar.