La inflamación del borde palpebral de la blefaritis puede ser estafilocócica, seborreica o mixta y, normalmente, de carácter crónico. Los síntomas son variados e incluyen: enrojecimiento del borde palpebral, hiperqueratosis, debilitamiento de las pestañas, enrojecimiento de la conjuntiva, sensación de cuerpo extraño o arenilla por las mañanas, escozor, sequedad, incomodidad ...
La inflamación del borde palpebral de la blefaritis puede ser estafilocócica, seborreica o mixta y, normalmente, de carácter crónico. Los síntomas son variados e incluyen: enrojecimiento del borde palpebral, hiperqueratosis, debilitamiento de las pestañas, enrojecimiento de la conjuntiva, sensación de cuerpo extraño o arenilla por las mañanas, escozor, sequedad, incomodidad ocular en ambientes cerrados o con humo, etc.
Las causas que la inducen son numerosas y existe una predisposición individual a padecerla. Es frecuente, pues afecta a casi el 5% de la población, y más entre las mujeres.
Lo habitual es que su origen sea alérgico por contacto entre los párpados y sustancias químicas alergénicas: cosméticos aplicados en los ojos (lápiz de ojos, sombra, colorete, rimel, etc.), los productos de limpieza que utilizamos para desmaquillarnos, las sustancias que se depositan en nuestros dedos e inadvertidamente acercamos a los ojos (crema de manos, compuestos del tabaco, metales, etc.), la polución, etc.
El diagnóstico debe hacerlo el médico. La observación directa de los ojos y los síntomas descritos por los pacientes suele ser suficiente para reconocerla, aunque puede ser necesario complementarlo con pruebas indoloras que él prescribirá.
El tratamiento se basa en mantener una buena higiene palpebral usando un champú suave diariamente, toallitas especiales a la venta en farmacias y suero fisiológico (mejor a temperatura baja) para el aclarado. En ocasiones, puede ser necesario utilizar un colirio con antibiótico y corticoide, que prescribirá el especialista. Resulta eficaz eliminar las escamas con un bastoncillo impregnado en el colirio, aplicándolo en párpados y pestañas 2 ó 3 veces al día durante una semana.
De manera general, los expertos señalan que, para reducir la blefaritis sería recomendable:
1-Aplicar compresas templadas con una gasa pequeña que se coloca sobre los ojos cerrados al despertarse y/o varias veces al día. También se puede utilizar una infusión de manzanilla poco concentrada o suero fisiológico.
2-Hacer una buena limpieza mecánica con una solución diluida de champú infantil o bicarbonato sódico, por ejemplo, empleando una gasa a temperatura corporal que debe aplicarse sobre los párpados y entre las pestañas para retirar las costras.
3-Mantener una correcta higiene de los párpados para eliminar la costra lipídica y los detritos celulares que contienen las sustancias tóxicas que se van acumulando e irritan los párpados.
4-Realizar un masaje en los márgenes palpebrales, pues favorece la secreción de las glándulas, desbloqueando la zona de salida y mejorando la calidad de la película lagrimal.
Para prevenir la reaparición de la blefaritis se debe realizar habitualmente una buena higiene ocular, manteniendo la zona limpia. Eso incluye limpiar las gafas adecuadamente y mantener las lentillas en perfecto estado, por ejemplo. También es importante lavar tus manos con jabón, aclararlas con agua abundante, secarlas sin que queden pelusas en ellas y utilizar limpiadores específicos de los ojos, seleccionados siguiendo los consejos del especialista.