Los estudios señalan que los procesos de ansiedad son más frecuentes en primavera y otoño, aunque puede aparecer en todas las estaciones, sobre todo en momentos como éste de incertidumbre económica. Los síntomas son variados (insomnio, nerviosismo, cefaleas, dolor de estómago, mareos, hipertensión, etc.) Los ansiolíticos alivian los síntomas, pero ...
Los estudios señalan que los procesos de ansiedad son más frecuentes en primavera y otoño, aunque puede aparecer en todas las estaciones, sobre todo en momentos como éste de incertidumbre económica. Los síntomas son variados (insomnio, nerviosismo, cefaleas, dolor de estómago, mareos, hipertensión, etc.) Los ansiolíticos alivian los síntomas, pero no actúan sobre la causa que los produce. Consulta al médico, quien te prescribirá, si fuera necesario, el ansiolítico adecuado.
Entre las recomendaciones generales sobre los medicamentos ansiolíticos destacaría:
1-Leer el prospecto para conocer los efectos que pueden presentarse con su administración. De manera general es preciso ser cuidadosa porque podrías sufrir pequeños percances (como caídas) debido a la disminución de tus reflejos Ante cualquier duda, consulta al farmacéutico y, si aparece alguna reacción extraña no descrita o que te preocupa especialmente, acude al médico.
2-Evitar pensar en negativo y reducir el miedo que suele provocar su consumo. No temas, no los necesitarás para siempre. De manera general, lo habitual es que, en pocos meses, dejes de tomarlos, por lo que no sufrirás dependencia. Este tema no debería preocuparte hasta resolver el problema de ansiedad para el que han sido prescritos.
3-El médico es el único que puede prescribirlos y pautarlos porque no se pueden tomar libremente para aliviar la tensión producida por un problema puntual. Sólo pueden ser dispensados con receta por lo que en la farmacia no te los pueden suministrar sin ella.
4-Cumplir todas las normas que te hayan dado. Es fundamental seguir el horario, mantener el intervalo entre dosis, la cantidad a ingerir y no aumentar el tiempo de consumo, por ejemplo.
5-No aumentar la dosis pautada sin indicación del médico, aunque no obtengas los resultados que esperabas. Su efecto suele tardar unos días en producirse y aumentar la cantidad ingerida no va a reducir ese tiempo, pudiendo causarte una peligrosa sobredosis.
6-No abandonar su administración sin consultar al médico porque deben ser retirados de forma gradual siguiendo las indicaciones médicas para evitar alteraciones en el estado de salud.
7-Eliminar malos hábitos. Consumir bebidas alcohólicas durante su administración potenciaría el efecto sedante de las benzodiacepinas. Tomar medicamentos sin orden del especialista o drogas ilegales puede provocar la aparición de reacciones cruzadas que pueden resultar muy peligrosas, incluso causar la muerte. Emplear sustancias naturales, porque puede potenciar la acción del ansiolítico (como ocurre con la valeriana) o reducirla (tal como sucede con el ginseng).
8-Evitar conducir o manejar maquinaria, por ejemplo, cuando no te sientes segura o percibes que tus capacidades están reducidas. El consumo de este grupo de medicamentos afecta a los reflejos y puede ocasionar accidentes.
Los principios activos de estos fármacos reciben diferentes nombres comerciales bien conocidos para el público general, lo que indica que su consumo es muy habitual. Consulta a tu médico y evita la automedicación.