Septiembre es considerados por muchos como el verdadero `año nuevo´ por volver a la vuelta a la rutina. Es ahora cuando empieza verdaderamente una etapa de cambios y de comenzar un nuevo ciclo escolar y laboral con nuevos retos a los que enfrentarse. Pero después de meses de disfrutar del ...
Septiembre es considerados por muchos como el verdadero `año nuevo´ por volver a la vuelta a la rutina. Es ahora cuando empieza verdaderamente una etapa de cambios y de comenzar un nuevo ciclo escolar y laboral con nuevos retos a los que enfrentarse. Pero después de meses de disfrutar del sol, las vacaciones y las actividades relajadas, enfrentarse a la inevitable realidad de volver a las responsabilidades diarias puede ser difícil. El llamado "estrés postvacacional" puede llegar a ser un verdadero desafío emocional y psicológico para muchas personas. Sin embargo, en lugar de verlo como una carga, podemos abordar esta transición como una oportunidad invaluable para el crecimiento personal y la apreciación de lo cotidiano.
El estrés vacacional tan solo es una respuesta natural a la transición abrupta de un período de descanso y ocio a las demandas habituales de la vida diaria. La dificultad de adaptarse nuevamente a las rutinas y las responsabilidades cotidianas después de un período de relajación puede ser costoso y perjudicial para nuestra salud mental y bienestar general.
Sin embargo, la vuelta a la rutina es una oportunidad invaluable para el crecimiento personal y la apreciación de lo cotidiano; regresar al trabajo o a la escuela nos ofrece un marco ordenado que nos permite organizarnos y alcanzar nuestras metas. Por ello, los expertos de Quirónsalud Bizkaia nos animan a seguir estos consejos para llevar la vuelta a la rutina de la manera más positiva posible:
Establece unos hábitos: elabora un horario regular para las actividades diarias, incluyendo tiempo para los estudios o las obligaciones del hogar; otro espacio para practicar ejercicio; y es importante invertir un periodo para descansar y sociabilizar. Esto puede ayudar a estabilizar tu ritmo circadiano.
Comer saludablemente: prioriza alimentos ricos en nutrientes como frutas, verduras, proteínas magras y granos enteros. Evita el exceso de azúcar y comida basura. Esto puede mejorar tu energía y bienestar general.
Hacer ejercicio: incorpora actividad física regular en tu rutina diaria, al menos 30 minutos al día. El ejercicio libera endorfinas, que pueden mejorar tu estado de ánimo y reducir el estrés.
Dormir lo suficiente: establece una hora de acostarte y de levantarte regular. El sueño de calidad es fundamental para el bienestar físico y mental.
Gestión del estrés: practica técnicas de relajación como la meditación, la respiración profunda o el yoga para reducir el estrés y la ansiedad puede ser muy beneficioso para tu salud. Promoviendo, así, la generación de serotonina.
Socialización: socializa con amigos y familiares, realiza actividades al aire libre o reuniones en grupos, paseos, etc. El apoyo social es muy importante para la salud mental.
Consulta con un profesional: si sientes que la vuelta a la rutina te está resultando especialmente difícil, considera hablar con un profesional de la salud mental para obtener apoyo y orientación.
Y recuerda que estas son recomendaciones generales, y siempre es importante adaptarlas a tu situación y necesidades personales. El regreso a la rutina constituye una ocasión para descubrir sentido y propósito a las actividades cotidianas. La vida se desenvuelve en una sucesión de etapas, y cada una de ellas nos brinda la posibilidad de desarrollarnos y adquirir conocimiento.