La procrastinción puede deberse a una baja energía o pocas ganas para hacer trabajos que no nos resultan apetecibles. Sea como sea, supone una carga mental extra que tiende a ser perjudicial. Más aún cuando esas tareas que se han dejado para más tarde se acumulan en el último minuto y ...
La procrastinción puede deberse a una baja energía o pocas ganas para hacer trabajos que no nos resultan apetecibles. Sea como sea, supone una carga mental extra que tiende a ser perjudicial. Más aún cuando esas tareas que se han dejado para más tarde se acumulan en el último minuto y provocan ansiedad o estrés. Esta incapacidad para convertir la intención de hacer algo en realidad, se da por múltiples factores entre los que también se encuentran la mala organización y la incapacidad para definir prioridades.
Este problema puede llevar a suponer no alcanzar metas o abandonar de forma definitiva algunas de nuestras labores. Un hecho que afecta de manera considerable tanto a la motivación como al autocontrol y la confianza en uno mismo, y que muchas personas sufren ya de manera crónica. Sin embargo, esta cuestión puede mejorarse siempre que contemos con una planificación y organización coherente, que nos fuerce a tomar las decisiones precisas para llevar a cabo eso que nos habíamos propuesto.
Las agendas o los planificadores mensuales de firmas como Mr. Wonderful, se convierten en esenciales para conseguir ese bienestar emocional que en muchas ocasiones disminuye el hecho de "dejar para después". Así se evitará la frustración por no poder acabar nada y el agobio relacionado con ello.
Algo que se relaciona con el autosabotaje y en el que se necesita todo un cambio de mentalidad: apuntar todo lo que tenemos que hacer durante el día, establecer horas concretas para ello y mantenerlas, para asegurar la autoconfianza. Al comprometernos con estas tareas la productividad mejorará de forma inmediata, al mejorar nuestra capacidad para gestionar y romper el ciclo de procrastinación. Una forma de vivir mucho más tranquila, sana y sosegada en la que también se pueden utilizar recursos y técnicas como dejar de lado el móvil, para garantizar la concentración.