Con los termómetros todavía rondando los 30º en buena parte de España, sigue siendo tentador darse una ducha a altas horas de la noche e irse a la cama con el pelo mojado para descansar más fresquitos. Pero Trinidad Montero, especialista del área de Dermatología del Hospital Universitario Virgen de ...
Con los termómetros todavía rondando los 30º en buena parte de España, sigue siendo tentador darse una ducha a altas horas de la noche e irse a la cama con el pelo mojado para descansar más fresquitos. Pero Trinidad Montero, especialista del área de Dermatología del Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada y miembro del Colegio Ibero-Latinoamericano de Dermatología (CILAD) y de la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV), alerta de los efectos negativos de este hábito.
En concreto, la doctora señala que al dormir con el pelo mojado se favorece la entrada de gotículas de agua en la cutícula, la capa externa que recubre la fibra capilar y que protege nuestro pelo de las agresiones. La alteración del escudo natural que nos proporciona este film hidrolípico hace que las fibras capilares se vuelvan más vulnerables, ya que se reduce la efectividad de nuestro cabello para cumplir sus funciones protectoras como barrera física contra las agresiones, las radiaciones y los microorganismos, y como aislante y regulador de la temperatura del cuerpo.
Además, sin la hidratación y lubricación de esta cutícula, el pelo reduce su brillo y se vuelve más fino y quebradizo, lo que también conlleva inconvenientes estéticos nada deseables.
La dermatóloga también asegura que dormir con el pelo mojado puede aumentar el riesgo de infecciones, ya que el ambiente húmedo es ideal para el crecimiento y multiplicación de microorganismos, como el hongo malassezia, que puede incrementar la descamación, el picor y la dermatitis seborreica, y la bacteria staphylococcus aureus, responsable de infecciones del cuero cabelludo.
Del mismo modo, la humedad y la proliferación de microorganismos también puede causar mal olor del cuero cabelludo e, incluso, aumentar el riesgo de infecciones de vías aéreas debido al exceso de humedad ambiental.
Por todo ello, su recomendación es acostarse con el cabello seco, no solo para mejorar la comodidad durante el sueño, sino también para cuidar de su salud al despertarnos, ya que el cabello mojado es más frágil y propenso a romperse y puede causar enredos y puntas abiertas, lo que puede provocar que rompamos muchas fibras capilares tras el peinado.
Así las cosas, la dermatóloga recomienda darse esa ducha refrescante antes de dormir, pero sin olvidar proteger la salud del pelo utilizando una toalla de microfibra para absorber el exceso de agua sin dañar la cutícula del cabello, dejando que el cabello se seque al aire parcialmente o usando un secador a temperatura baja o media para evitar el daño por calor.