El 67% de las mujeres tiene problemas para llegar al orgasmo, y más de la mitad (el 56%), afirma haber fingido un orgasmo alguna vez, según las conclusiones del XI Barómetro de Control. Unos datos que además resultan más esclarecedores si se contrastan con la realidad de los hombres, los ...
El 67% de las mujeres tiene problemas para llegar al orgasmo, y más de la mitad (el 56%), afirma haber fingido un orgasmo alguna vez, según las conclusiones del XI Barómetro de Control. Unos datos que además resultan más esclarecedores si se contrastan con la realidad de los hombres, los cuales indican que el 33% tienen dificultades para llegar al orgasmo y sólo el 16% ha fingido alguna vez.
Estas cifras evidencian una realidad que puede convertirse en un problema. No en vano, para el 66% de las españolas llegar al orgasmo en una relación sexual es fundamental para considerar que esta ha sido placentera.
Para superar esta dificultad de llegar al orgasmo, un problema conocida como anorgasmia, la sexóloga y terapeuta de pareja Ana Blázquez incide en la importancia de la educación sexual y de la comunicación con la pareja. "La anorgasmia es una disfunción sexual que se caracteriza por la dificultad o incapacidad de alcanzar el orgasmo a pesar de una estimulación adecuada y un deseo sexual presente", explica la experta. Las causas pueden ser variadas, aunque, aclara que, "pese a lo que se sigue creyendo, la dificultad no se encuentra en las causas físicas, sino en causas más psicosociales". "La brecha orgásmica de género hunde sus raíces en esta disfunción, principalmente por motivos emocionales, el desconocimiento de nuestro cuerpo y nuestro mapa erótico, así como mandatos culturales", añade.
Como los estudios han evidenciado, esta condición afecta más a las mujeres y, en concreto, a las mujeres heterosexuales ¿A qué se debe? "La brecha orgásmica de género hunde sus raíces en esta disfunción, principalmente por motivos emocionales, el desconocimiento de nuestro cuerpo y nuestro mapa erótico, así como mandatos culturales". "Las mujeres heterosexuales lo tenemos más complicado que los hombres para llegar al orgasmo, puesto que los patrones que se siguen manteniendo a la hora de tener relaciones sexuales se basan principalmente en el coitocentrismo", esclarece Blázquez.
Además, la sexóloga añade otro condicionante a esta disfunción: la falta de conocimiento de la respuesta sexual y los mitos establecidos en la sociedad sobre la sexualidad como "la finalidad última del sexo es el orgasmo" o "si no llegas al orgasmo, no lo has disfrutado". La clave, continúa la sexóloga, está en "disfrutar del camino, no solo de la meta".
Y es que la anorgasmia puede tener un gran impacto en la calidad de vida y en las relaciones personales, de acuerdo a la experta, pues muchas mujeres sienten frustración e incluso vergüenza por no poder llegar al orgasmo, y llegan a fingir lo que sienten. Esto provoca "un descenso notable" de su deseo sexual.
Para abordar este problema, Control y la terapeuta de pareja proponen una serie de recomendaciones:
En primer lugar, conocer el propio cuerpo y nuestro mapa erótico "es fundamental". Saber lo que nos gusta, "el qué tocarnos, cómo, dónde y cuándo es clave".
Igualmente, la comunicación es fundamental en cualquier relación sexual, pues una persona puede saber lo que quiere y le apetece, pero la pareja no. Por eso, "hablar abiertamente las necesidades, deseos y preocupaciones sexuales puede ayudar a reducir la presión y crear un ambiente más relajado y confiado".
El 84 % de las españolas afirma que alguna vez su estado de bienestar emocional ha repercutido directamente en el sexual. El estrés y la ansiedad pueden ser "grandes obstáculos" para el orgasmo y las relaciones sexuales en general. La experta propone en este sentido "centrarse en el aquí y ahora", aprender a despejar la mente de pensamientos no eróticos y centrarse en el placer y lo que se siente en es momento.
Por otro lado, el uso de juguete sexuales como vibradores, estimuladores y otros dispositivos pueden ayudar a identificar qué tipo de estimulación es más efectiva para alcanzar el orgasmo.
Y por último, si la anorgasmia persiste, es recomendable buscar la ayuda de sexólogos para identificar las causas subyacentes. "No hay que tener miedo de pedir ayuda; la salud sexual es una parte importante de nuestro bienestar", concluye Blázquez.