Bajo esta perspectiva, los expertos de Sanitas han elaborado una serie de consejos para minimizar los efectos negativos de este agente desinfectante en la piel y los dientes: Ducharse antes y después de nadar: hacerlo antes ayuda a eliminar cualquier suciedad o sudor que podría reaccionar con el cloro. En cambio, ...
Bajo esta perspectiva, los expertos de Sanitas han elaborado una serie de consejos para minimizar los efectos negativos de este agente desinfectante en la piel y los dientes:
Ducharse antes y después de nadar: hacerlo antes ayuda a eliminar cualquier suciedad o sudor que podría reaccionar con el cloro. En cambio, hacerlo después elimina el cloro residual de la piel y el cabello, evitando posibles irritaciones.
Hidratar la piel: se recomienda usar lociones hidratantes después del baño para restaurar la humedad natural de la tez y eludir la sequedad.
Utilizar colutorio sin alcohol: enfrentarse al cloro durante un largo periodo de tiempo debilita el esmalte dental y causa sequedad en la boca, lo cual aumenta el riesgo de caries. En este punto, enjuagarse con un colutorio sin alcohol permite eliminar los residuos de cloro de los dientes sin causar desecación adicional.
Usar protectores: aplicar crema solar antes de entrar a la piscina protege la dermis del cloro. Por otro lado, para los dientes, emplear protectores bucales es útil, sobre todo en nadadores profesionales.
Limitar el consumo de alimentos ricos en azúcar: este tipo de comida incrementa la acidez en la boca y favorece la desmineralización del esmalte dental. Delimitando su ingesta se reduce la producción de ácidos por las bacterias bucales, lo que ayuda a mantener el pH oral en niveles adecuados y protege el esmalte de la erosión causada por el cloro.
Optar por piscinas oxigenadas: aquellas que están al aire libre o bien ventiladas disminuyen la concentración de cloro en el ambiente, aminorando su inhalación y el contacto con la piel y mucosas.