Los colores vibrantes, los tonos pastel o aquellos más crudos, los diseños estampados y los tejidos ligeros se adueñan de las piezas de ropa durante la época más calurosa del año. Buscamos comodidad y practicidad, pero también que tengan su punto de estilo. Este verano dentro de la selección de prendas a nuestra disposición hay una que sobresale por encima del resto y atrae todas las miradas. Se trata del vestido en todos sus formatos y modelos. Ahora que nos encontramos en el periodo de rebajas es el momento ideal para renovar el armario porque en las tiendas habrá propuestas interesantes, que están en tendencia en este momento, a un precio bastante asequible. La principal ventaja es que al haber tanta variedad para escoger es más fácil dar con la opción más adecuada.

Los vestidos fruncidos y drapeados, ya sean cortos o largos, se llevan la palma por el efecto que producen en la tela, que deja de ser lisa para añadirle un elemento característico y visualmente favorecedor al conjunto. Otro de los tipos que no pararás de ver, ya sea por la calle o en los escaparates de los establecimientos, serán los de tiras, escote recto y elástico, que añaden un pequeño frunce en su parte superior que imita el panal de una abeja. Proporciona libertad de movimientos, es una buena adquisición porque se puede llevar para el día a día con un calzado plano o unos tenis, pero si se acompaña de unas sandalias de tacón da el pego para un evento más formal. Al incorporar un fruncido, este se adapta a la forma del cuerpo de la persona que lo lleva. Lisos, estampados, monocolor, de colores más llamativos o con cuadros vichy, verás que hay diseños para dar y tomar. 

Foto de Julia Volk.

Foto de Ron Lach.

Pero para comodidad en todo su esplendor están los camiseros. Son frescos, cómodos, fluidos, se adaptan perfectamente un día de playa, de concierto o una cena. Tendrás donde elegir: bañados de un color solo, con estampado floral, de rayas, con cinturón añadido, etc. Los de volantes se unen a la fiesta por el mismo motivo: aportan movimiento y ligereza, y al no estar pegados a la cintura adquieren un poco de volumen. Los volantes pueden ir adheridos a la parte superior o inferior o anclarse a lo largo de la longitud de la prenda. Aquellos que dejan los hombros al descubierto son también muy favorecedores, realzan esta parte del cuerpo y aportando un estilo más romántico. 

Foto de Jamie Saw.

Para desmarcarse un poco de lo convencional, están los de cuello halter con abertura a la espalda y los que presentan pequeñas aberturas en los laterales de la prenda coincidiendo con la cintura. Son modernos, versátiles en cuanto a estilo y se adaptan fácilmente a quien los lleva. Los asimétricos están incluidos en este apartado por la misma razón. Se juega con este contraste al dejar uno de los hombros al descubierto y optando por el escote desigual, de modo que un lado se luce la manga larga y en el otro se suprime, o se percibe en el bajo del vestido, que en vez de acabar recto posee un corte desigual. Otra variante es que opta por la manga corta o por la tira gruesa en uno de sus lados.

Foto de Thể Phạm.
 

Foto de Timothy Dykes en Unsplash.

FOTO PRINCIPAL: Foto de KoolShooters.