El crecimiento de la infertilidad en todo el mundo se ha convertido en un problema sanitario sobre el que la propia Organización Mundial de la Salud quiere llamar la atención. Según el último informe publicado por la OMS en 2023, una de cada seis personas tiene problemas de fertilidad en algún ...
El crecimiento de la infertilidad en todo el mundo se ha convertido en un problema sanitario sobre el que la propia Organización Mundial de la Salud quiere llamar la atención. Según el último informe publicado por la OMS en 2023, una de cada seis personas tiene problemas de fertilidad en algún momento de su vida. Se habla del 17,5 de los adultos en todo el planeta.
En España esta tendencia se viene acentuando en las últimas décadas, con un descenso de la Tasa de Fecundidad. El último año, los datos del INE, son los peores en los últimos diez años: el pasado año solo nacieron 322.075 niños un 24% menos que hace 10 años.
Este es un momento en el que, por una parte, han evolucionado los distintos modelos de familia y, por otro, la natalidad se ha convertido en una necesidad social. Médicos y sociólogos indagan en el origen de este descenso de la natalidad, en el que los problemas para lograr el embarazo ocupan las primeras posiciones.
La infertilidad es una enfermedad reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que consiste en la dificultad para la concepción natural de un hijo tras un año de relaciones sexuales sin usar métodos anticonceptivos.
Existe la creencia de que los problemas de esterilidad afectan mayoritariamente a la mujer, pero hoy en día se empieza a ver la importancia del varón en este tipo de tratamientos. El 40% de la esterilidad es de causa femenina, el 40% masculina y el 20% mixta, por lo que cuando una pareja acude para valorar su problema es importante el estudio detallado de ambos para llegar al diagnóstico. La realización de un buen diagnóstico hace que el pronóstico sea más adecuado y mejoren las tasas de embarazo.
También la exposición a químicos agresivos, en ambos sexos, a los que afectan además la radioterapia o la quimioterapia contra el cáncer. Y en algunos casos, la infertilidad puede tener causas no conocidas, donde no se puede explicar la ausencia de embarazo a pesar de no presentar ninguna patología reproductiva, por ello, es importante ponerse en manos de profesionales y hacer un estudio minucioso de la pareja previamente.
Y más allá de estos factores imponderables, la fertilidad es un aspecto de la salud que se puede cuidar a diario, tratando de evitar sustancias o circunstancias que la perjudiquen o incluyendo terapias y consejos de expertos profesionales.
Es posible mejorar la fertilidad llevando una dieta adecuada, rica en frutas, verduras y pescado. Comer de manera saludable es importante, pues lo que se come puede influir negativamente o positivamente en las funciones que desarrolla nuestro cuerpo. Incluye en la alimentación alimentos como la leche, vegetales verdes, nueces, miel de abeja, proteínas vegetales, pescado y alimentos frescos. Reducir el consumo de grasas saturadas y de los carbohidratos no integrales, así como de las carnes rojas, cordero, charcutería, fritos, salsas, grasas saturadas y horneados, el café, el alcohol y los picantes.
También, evitar el consumo de azúcar es sumamente importante para cuidar el sistema nervioso. El azúcar tiene la capacidad de alterar las funciones de esta parte del cuerpo y de intervenir en la aparición de la ansiedad, depresión, estrés y síntomas de desesperación, angustia, miedo y pánico. Existen complementosalimenticios que también pueden ser una gran opción como los de Woments, la marca natural que está revolucionando el mundo de la salud femenina.
Además, es importante controlar el peso, se ha demostrado que por encima de IMC 30 las posibilidades de embarazo bajan un 5%. Es interesante también que lleves un registro del ciclo menstrual si no lo estabas haciendo ya, para así saber identificar los días fértiles, conocer cuándo se produce la ovulación y así saber qué días son fértiles para fomentar las relaciones sexuales en esos días.
El ejercicio regular puede ayudarte a mantener un equilibrio hormonal adecuado y mejorar la circulación sanguínea, factores importantes para la salud reproductiva tanto femenina como masculina. No es necesario que hagas una práctica de ejercicio extenuante ni mucho menos pero sí mantenerte activa, introducir una rutina de fuerza y mejorar de esta forma la composición corporal sería muy bueno para la salud.
El estrés crónico puede impactar negativamente la fertilidad. Hoy en día que se vive a un ritmo frenético puede ser complicado tener niveles bajos de estrés, pero si estás en la búsqueda de un embarazo y en el caso, practicar técnicas de manejo del estrés, como la meditación o el yoga, es muy beneficioso y puede ayudar a reducir los niveles y encontrarte mejor.