Durante el verano, es habitual que los pies o las piernas tiendan a hincharse debido al calor. Cuando el clima alcanza temperaturas muy elevadas, el cuerpo intenta reducir su temperatura interna para funcionar correctamente a través de la sudoración y de la dilatación de los vasos sanguíneos periféricos. Esta dilatación ...
Durante el verano, es habitual que los pies o las piernas tiendan a hincharse debido al calor. Cuando el clima alcanza temperaturas muy elevadas, el cuerpo intenta reducir su temperatura interna para funcionar correctamente a través de la sudoración y de la dilatación de los vasos sanguíneos periféricos. Esta dilatación venosa hace que la sangre fluya más lentamente, fomentando la acumulación de sangre en las extremidades y provocando hinchazón e incomodidad en aquellas personas que lo padecen.
El síndrome de las piernas cansadas afecta ya a un 20-30% de la población adulta, es cinco veces más frecuente en las mujeres y es habitual en el 50% a partir de los 50 años, según datos de la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (SEFAC). Esta situación es todavía más común en aquellas personas que tienen insuficiencia venosa y se agrava en verano, ya que el calor provoca que las venas se dilaten y se extravase líquido de las venas al espacio intersticial, provocando hinchazón o edema de las piernas. Enfermedades endocrinas como el hipotiroidismo, enfermedades renales o cardíacas, alteraciones en los niveles de proteínas en sangre y ciertos medicamentos también propician esta condición.
Asimismo, la dilatación de los vasos sanguíneos puede aumentar el riesgo de hipotensión ortostática, una caída brusca de la presión arterial al ponerse de pie que puede causar mareos o desmayos. Este riesgo es mayor en personas mayores, aquellas con tendencia a la hipotensión de base o con problemas cardiovasculares. Además, la dilatación de las venas por el calor sumada al sedentarismo o a la permanencia en una misma posición por periodos prolongados de tiempo, son factores de riesgo para el desarrollo de trombosis venosa profunda (TVP). Y es que, el periodo estival, suele ser una época donde son frecuentes los viajes largos ya sea en tren, coche, bus, o avión, lo que, además de constituir un factor de riesgo para el desarrollo de TVP, empeora los síntomas de hinchazón en las piernas.
Además del calor, existen otros factores que contribuyen a esta patología, siendo los principales la edad, el sexo, las condiciones médicas y el estilo de vida. Las personas mayores son más susceptibles debido a cambios en la circulación y la capacidad del cuerpo para manejar el calor, así como las mujeres, que pueden experimentar mayor hinchazón de las extremidades por el calor debido a factores hormonales. Asimismo, las personas con enfermedades crónicas, como la insuficiencia cardíaca, y aquellas que llevan un estilo de vida sedentario o que trabajan mucho tiempo de pie, son más propensas a sufrir este síndrome.
"La vasodilatación es un mecanismo de autorregulación propio de nuestro cuerpo, el cual se activa cuando aumenta la temperatura ambiental, con el fin de mantener una temperatura corporal adecuada para nuestra salud. La sudoración, por ejemplo, también forma parte de estos mecanismos termorreguladores. Sin embargo, la vasodilatación en nuestras piernas exige de un sistema venoso competente, ya que el flujo sanguíneo debe ir en contra de la gravedad, lo que complica que llegue bien a manos y pies", cuenta la Dra. Daniela Silva, especialista en Medicina Interna y E-Health Medical Manager de Cigna Healthcare España.
En personas con unas venas menos competentes o más débiles, el efecto de la gravedad asociado a la vasodilatación, añade la doctora "favorece el acúmulo de líquido fuera de los vasos sanguíneos, manifestándose como hinchazón de piernas. Adicional al calor, la retención de líquidos empeora de forma considerable esta hinchazón. Por este motivo, la alimentación y el estilo de vida son dos de los factores más importantes a la hora de enfrentarse a este problema".
En verano es todavía más importante cuidar lo que comemos y levantarnos de vez en cuando si vamos a hacer un desplazamiento de varias horas en el que vamos a estar sentados. "También incorporar una rutina activa de ejercicios durante esta época puede ayudar significativamente a reducir la hinchazón de las piernas", explica Silva, especialista en Medicina Interna y E-Health Medical Manager de Cigna Healthcare España.
Por este motivo, los expertos de Cigna Healthcare recomiendan seguir una serie de recomendaciones para sobrellevar el verano y mitigar los efectos de las piernas hinchadas: