Los especialistas señalan que, entre los factores que pueden afectar a tu salud en verano, destacarían: 1-Emplea aparatos para reducir el calor. Usa un ventilador sin orientarlo directamente a tu cuerpo para que recircule el aire de la habitación, colocado cerca de una ventana abierta y con un recipiente de agua ...
Los especialistas señalan que, entre los factores que pueden afectar a tu salud en verano, destacarían:
1-Emplea aparatos para reducir el calor. Usa un ventilador sin orientarlo directamente a tu cuerpo para que recircule el aire de la habitación, colocado cerca de una ventana abierta y con un recipiente de agua con hielo detrás que refresca el ambiente. Utiliza el aire acondicionado adecuadamente porque es innecesario congelar el ambiente y puedes utilizar un aparato portátil para reducir el coste energético y refrescar únicamente la zona en la que te encuentras. Emplea un acumulador de frío si vives en una casa que no tiene aire acondicionado.
2-A nivel ocular. No uses lentillas o utiliza gafas de protección neutras sobre ellas para evitar infecciones o su pérdida cuando te bañes (en ríos, piscinas o en el mar). Utiliza gafas de protección solar de buena calidad que filtren correctamente las radiaciones solares (emplear lentes inadecuadas puede producir daños como queratitis, conjuntivitis y cataratas).
3-Organiza tu viaje. Si viajas a destinos internacionales consulta a tu médico porque puede ser necesario realizar una vacunación previa o viajar con algún certificado o prueba específica, por ejemplo. Prepara un botiquín de viaje adaptado a tus necesidades personales y a las características del lugar de destino y la duración del viaje.
4-Realiza una correcta limpieza de la cara por la mañana y por la noche. Existen numerosas opciones en diferentes formatos (espuma, gel, etc.). Puedes emplear agua micelar rica en ácido hialurónico y omega-3, por ejemplo, para aumentar la hidratación de tu piel.
5-Cuida tus uñas. Puedes acudir a un centro especializado y hacer una manicura y pedicura resistentes al paso del tiempo o utilizar esmaltes específicos resistentes a las condiciones climatológicas del verano.
6-Atiende a tu pelo porque necesita cuidados especiales. En verano se ve sometido a factores agresivos (cloro y luz ultravioleta, por ejemplo). Es importante cubrirlo con una gorra o un pañuelo, emplear productos específicos durante el tiempo de exposición al sol y usar champús, mascarillas y cremas para su lavado que contienen compuestos específicos con esta función.
7-El calor y humedad facilitan el desarrollo de hongos causantes de infecciones. Aparecerán especialmente en zonas en las que se produce roce entre dos superficies cutáneas (ingles, bajo las mamas o los dedos de los pies, por ejemplo). Para evitar el contagio se recomienda adoptar medidas preventivas en lugares en los que mantenemos contacto con superficies húmedas (gimnasios, piscinas, duchas y zonas públicas) en las que proliferan los hongos.
8-Puedes prevenir la aparición de cistitis si realizas una higiene adecuada. Evita los jabones y desodorantes generales o el agua muy caliente aplicada durante mucho tiempo en la zona pélvica. Existen geles específicos que encontrarás en centros sanitarios para lavar la zona con mayor garantía y eficacia contrastada. Consulta a tu médico.