Ya no resulta nada extraño que firmas de lujo abran establecimientos que nada tienen que ver con sus productos. Bien sea para diversificar negocio o como estrategia publicitaria para captar nuevos clientes. Sea como sea, lo cierto es que este tipo de establecimientos proliferan, sobre todo en las etapas vacacionales, ...
Ya no resulta nada extraño que firmas de lujo abran establecimientos que nada tienen que ver con sus productos. Bien sea para diversificar negocio o como estrategia publicitaria para captar nuevos clientes. Sea como sea, lo cierto es que este tipo de establecimientos proliferan, sobre todo en las etapas vacacionales, y ya no es raro ver pastelitos con el nombre de Prada o Louis Vuitton, vestidos en miniatura de chocolate de Dior o capuccinos con el nombre de Fendi en su crema. La última en incorporarse a esta modalidad ha sido Lancôme.
La firma de belleza acaba de abrir un café. Lo ha hecho bajo el nombre de uno de sus emblemas, la rosa. De ahí que, además de su nombre, el Café de la Rose, también haya utilizado ese color para decorar las paredes y los accesorios de todo el establecimiento. El café cuenta con una gran mesa central decorada con rosas gigantes, un mostrador donde pedir cafés, bebidas y pasteles, e incluso una máquina que te permite personalizar las cajas de los pasteles con el nombre de la persona que quieras.
Ubicado en los Campos Elíseos de París, el Café de la Rosa se encuentra dentro de la flagship de la firma y cuenta con una espectacular terraza, situada en plena calle.
Un establecimiento perteneciente a una firma de lujo de belleza tan emblemática, tiene que ofrecer productos a su altura. Así que la marca francesa ha optado por elegir a Nina Métayer, elegida como mejor pastelera del mundo en 2023 y 2024, para que cree sus exquisitas delicias.
Nina ha ideado una gama de pasteles inspirados en la famosa rosa de Lancôme. Una idea de la que han surgido creaciones como la Tarta de queso con rosas de ágora, formada por galletas de mantequilla crujientes con speculoos con azúcar mascabado, chocolate blanco con almendras, praliné, almendras y avellanas, mousse de queso fresco crudo y ralladura de limón; la Tarta de merengue de limón, de masa quebrada con una fina cobertura de crema de almendras, crema de yuzu y limón, merengue ligero y souflé de ralladura de lima; o una Galleta de chocolate crujiente con mantequilla, feuillantine crujiente y flor de sal, acompañada por crema de chocolate y nueves pecanas caramelizadas.
Pero, sin duda, la estrella es La Rosa de la Firma, una delicada flor que evoluciona con las estaciones. Se trata de un crujiente con semillas de mijo de almendras tostadas, galleta de almendras, compota de albaricoque, miel, vainilla y mousse de meliloto que, por supuesto, tiene la forma de la flor emblemática de la casa.
El Café de la Rosa debe ser una visita obligada si tienes la suerte de estar por París. La excusa perfecta para dejarte caer por la tienda Lancôme y adquirir algunos de sus exclusivos productos de belleza y, de paso, hacer un break para degustar alguno de sus exquisitos pastelitos. No te defraudará.