Según datos que maneja TK Home Solutions, tres de cada diez españoles sufren el síndrome de las piernas cansadas. La buena noticia es que existen técnicas simples y efectivas, como los masajes, que pueden ayudar a aliviar estos síntomas y mejorar la circulación sanguínea en las piernas. 1. Fatiga muscular Estar de pie durante largos ...
Según datos que maneja TK Home Solutions, tres de cada diez españoles sufren el síndrome de las piernas cansadas. La buena noticia es que existen técnicas simples y efectivas, como los masajes, que pueden ayudar a aliviar estos síntomas y mejorar la circulación sanguínea en las piernas.
1. Fatiga muscular
Estar de pie durante largos períodos o caminar distancias largas puede causar fatiga muscular. Esto se debe a la acumulación de ácido láctico en los músculos, que se produce como resultado del ejercicio o la actividad física. Al final del día, es conveniente recostarse y elevar las piernas por encima del nivel del corazón durante unos 15-20 minutos para reducir la acumulación de líquido y mejorar la circulación.
2. Mala circulación sanguínea
Cuando la sangre no circula adecuadamente a través de las venas de las piernas, puede acumularse en ciertas áreas, lo que puede causar molestias y fatiga. Usar medias de compresión ayuda a mejorar el flujo sanguíneo en las piernas al aplicar una presión controlada, algo especialmente interesante cuando la persona pasa mucho tiempo de pie o sentado.
3. Sobrepeso u obesidad
El exceso de peso ejerce una presión adicional sobre las piernas, lo que puede dificultar la circulación sanguínea y hacer que los músculos se sientan más cansados. Así, para mantener un peso saludable es importante llevar una dieta equilibrada y realizar ejercicio regularmente.
4. Falta de actividad física
La falta de ejercicio regular puede debilitar los músculos de las piernas y reducir la resistencia. Realizar actividades físicas de bajo impacto, como caminar, nadar o andar en bicicleta ayuda a fortalecer los músculos.
5. Posturas incorrectas
Mantener una postura incorrecta, ya sea al estar de pie, sentado o caminando, puede ejercer tensión adicional en los músculos de las extremidades inferiores. Hay que evitar estar mucho tiempo en la misma posición. Si la persona trabaja sentada durante largos períodos, hay que levantarse y caminar un poco cada hora. Si trabaja de pie, intenta cambiar de posición y realizar pequeños estiramientos para activar la circulación.
6. Calzado inadecuado
El uso de zapatos que no proporcionan un buen soporte o que son incómodos puede afectar negativamente la postura y la forma en que caminamos, lo que aumentará la sensación de pesadez. Es conveniente elegir unos zapatos que se ajusten bien a nuestros pies y nos permitan estar cómodos.
7. Desórdenes musculares o articulares
Condiciones como la artritis, la tendinitis, o bien las lesiones musculares, pueden causar dolor y fatiga durante la actividad física o el movimiento. Aplicar compresas frías o hielo envuelto en un paño y colocarlo sobre las piernas durante unos minutos ayuda a reducir la hinchazón y alivia la sensación de pesadez.
8. Uso de ropa ajustada
La ropa ajustada puede dificultar la circulación sanguínea. Es mejor optar por prendas cómodas y holgadas que no restrinjan el flujo sanguíneo en las piernas.
9. No llevar una buena hidratación ni seguir una dieta equilibrada
Pese a lo que pudiera parecer una hidratación adecuada ayuda a prevenir la retención de líquidos y favorece la circulación sanguínea. De igual forma, consumir alimentos ricos en potasio, como plátanos, espinacas y aguacates, que ayudan a regular los niveles de líquidos en el cuerpo y reducir la hinchazón.
10. Subir muchas escaleras a diario
Las personas mayores o con movilidad reducida deben valorar la utilización de salvaescaleras en su domicilio, que facilitan el desplazamiento de una manera segura y cómoda, reduciendo la tensión y el dolor de las piernas.