Con la llegada del verano y el aumento de las temperaturas, muchas personas se sienten incómodas debido a la presión social y los estándares de belleza idealizados. Este malestar se manifiesta en la necesidad de cubrir más el cuerpo a pesar del calor, lo que puede provocar golpes de calor ...
Con la llegada del verano y el aumento de las temperaturas, muchas personas se sienten incómodas debido a la presión social y los estándares de belleza idealizados. Este malestar se manifiesta en la necesidad de cubrir más el cuerpo a pesar del calor, lo que puede provocar golpes de calor y deshidratación. Además, el temor al juicio social lleva a evitar playas y piscinas, o a buscar protección detrás de otros en las fotos, lo que refleja una constante autoevaluación negativa y una significativa incomodidad con su imagen corporal.
Silvia Ortiz, psicóloga del Hospital Vithas Aguas Vivas, aborda esta preocupación común que muchos enfrentan al llegar el verano: la imagen corporal y la presión social. Ortiz destaca cómo "la temporada estival, con sus playas, piscinas y parques acuáticos, puede ser un periodo estresante para aquellos que sienten la necesidad de cumplir con estándares de belleza idealizados". El calor y la moda veraniega exponen más partes del cuerpo, lo que aumenta la ansiedad en quienes intentan ocultar o disimular su físico durante el resto del año.
Esta presión, advierte la doctora, "puede llevar a dietas estrictas, jornadas de ejercicio agotadoras y hasta procedimientos estéticos, sin garantizar la satisfacción con la propia imagen". En este sentido, los medios de comunicación y las redes sociales juegan un papel crucial en la formación de estos estándares, especialmente en ciertos grupos de edad. "Las imágenes de cuerpos perfectos, a menudo alteradas digitalmente, crean expectativas inalcanzables y distorsionan la realidad, afectando negativamente el autoconcepto y la autoimagen de las personas. Esta obsesión con la imagen corporal ideal puede llevar a trastornos alimentarios y otros problemas de salud, generando un ciclo de sufrimiento y culpa. Las personas afectadas se sienten frustradas por no alcanzar estos objetivos irreales y se culpan por no comprometerse lo suficiente, lo que puede deteriorar su salud física y psicológica", expone Ortiz.
En este contexto, la psicóloga del Hospital Vithas Aguas Vivas, propone que el primer paso para enfrentar estos desafíos es aprender a gestionar los pensamientos distorsionados sobre la belleza y la autoimagen. "Aceptar nuestro cuerpo tal como es, fuera de las comparaciones sociales, es crucial para disfrutar plenamente del verano y de la vida en general", afirma Ortiz.
La experta insta a disfrutar de la vida y de los momentos veraniegos sin la presión de alcanzar un ideal inalcanzable. "Nuestro cuerpo es el vehículo con el que experimentamos la vida, y a qué otra cosa hemos venido que no sea a vivirla realmente", concluye.