El Museo Nacional del Romanticismo, museo estatal dependiente del Ministerio de Cultura y uno de los más importantes de España, cumple 100 años. Un aspecto fundamental de la identidad de este centro cultural madrileño es la gran presencia de mujeres en su historia, "una anomalía feminista", como la llama su ...
El Museo Nacional del Romanticismo, museo estatal dependiente del Ministerio de Cultura y uno de los más importantes de España, cumple 100 años. Un aspecto fundamental de la identidad de este centro cultural madrileño es la gran presencia de mujeres en su historia, "una anomalía feminista", como la llama su directora actual, Carolina Miguel. Y es que desde 1958 ha sido dirigido principalmente por mujeres, lo que sin duda es un logro destacable en puestos del estilo.
Una centuria después de su inauguración por Alfonso XII, rememorando la apertura en el verano de 1924, el museo inaugura la exposición conmemorativa `Cien años contigo´, una interesantísima muestra fotográfica que realiza un recorrido por la historia y la evolución de la institución desde diferentes puntos de vista: de los antiguos montajes expositivos a sus trabajadores y público, pasando por las actividades y diversos acontecimientos para el recuerdo y haciendo hincapié en su fuerte vinculación con la sociedad.
El Museo Nacional del Romanticismo abrió sus puertas en junio de aquel año como Museo Romántico, gracias a la donación al Estado de 86 piezas por el II marqués de la Vega-Inclán. Ubicada en el palacio del marqués de Matallana, esta institución ha visto transcurrir su primer siglo de vida con un considerable incremento de su colección, conservando hoy más de 18.000 piezas, gracias a las diversas adquisiciones, donaciones y depósitos. También ha aumentado el número de estancias visitables y, tras una gran remodelación en 2009, ha afianzado y definido su misión de acercar al público el movimiento romántico desde todas las artes mediante la recreación de los ambientes domésticos de la burguesía española de las décadas centrales del siglo XIX.
La exposición, que estará abierta hasta el 15 de diciembre, se ubica en la Sala del Jardín, el lugar de encuentro de la planta baja del museo que da paso a su Jardín del Magnolio. Este espacio, precisamente, ha sido testigo de muchos de los instantes captados por las fotografías de la muestra, como el homenaje a Ramón Gómez de la Serna celebrado en 1949, cuyos asistentes vistieron siguiendo la moda del Romanticismo. El acceso a la muestra es gratuito y además, solo durante el mes de junio, también lo será la entrada al resto del museo para celebrar el centenario de su fundación.
Siguiendo el espíritu de recreación de ambientes del siglo XIX que da sentido al discurso del museo, el montaje museográfico de `Cien años contigo´ evoca un archivo o gabinete decimonónico traído al presente. Se trata de una exposición colaborativa que ha contado con la contribución de todo el personal de la institución (retratado en una de las imágenes). Bajo el comisariado de su equipo técnico, se han reunido fotografías que, salvo contadas excepciones, son parte del archivo histórico o administrativo del museo. Además, algunas de ellas llevan la firma de grandes nombres como Virgilio Muro, Cristóbal Portillo, José Pastor, Juan Pando Barrero, Nicolás Müller o Martín Santos Yubero, entre otros. Este soporte no podía faltar en un museo como el del Romanticismo, que conserva una amplia colección de fotografía del XIX, momento en el que nacen las primeras técnicas, y a su vez da cabida a lenguajes más contemporáneos en su colaboración con PHotoESPAÑA, que coincide en fechas con la exposición.
Gran cantidad de las más de cien instantáneas que componen la muestra `Cien años contigo´ son inéditas y el visitante podrá aproximarse a ellas no tanto con un sentido cronológico sino desde una perspectiva más humana. Muchas son un homenaje a la dedicación de todo su personal: de sala, limpieza, jardinería, seguridad, restauración, conservación, administración, fotografía, voluntariado y un largo etcétera, desvelando instantes silenciosos de la vida del museo a puerta cerrada: la restauración de un cuadro de pelo decimonónico, el montaje de la exposición que se dedicó a la moda romántica, la minuciosa labor semanal del relojero dando cuerda a las piezas o la conversación íntima entre el fotógrafo y los cuadros descolgados de las paredes del Salón de Baile.
Además, la muestra permite asomarse a algunas de las iniciativas que se han consolidado en estos cien años de historia, como los ciclos de exposiciones y conferencias impulsados por el director del museo en los años cuarenta y cincuenta, Mariano Rodríguez de Rivas, responsable también de algunas curiosas celebraciones inmortalizadas en las fotografías, como la invitación a rosquillas por la festividad madrileña de San Isidro. En la dirección le han sucedido, ininterrumpidamente desde 1958, distintas mujeres que han dado continuidad a la línea de investigación sobre el siglo XIX: María Elena Gómez Moreno, Rosa Donoso, Begoña Torres, Asunción Cardona y Carolina Miguel. Todas ellas, que tienen su espacio en la exposición, han contribuido al enriquecimiento y difusión de la colección, posicionando al museo como un centro intelectual accesible y abierto a todos los públicos para el conocimiento y disfrute de esta época que es el germen de la sociedad contemporánea.
A la luz de estas imágenes, el Museo Nacional del Romanticismo se reivindica como una institución dinámica y vibrante que acerca al público, con su colección y actividades, a los ambientes, vida cotidiana y manifestaciones artísticas del Romanticismo español, formando parte de la vida cultural madrileña. Un espíritu, abierto a toda la ciudadanía, que ya anticipó el filósofo Ortega y Gasset en la publicación `Para un Museo Romántico´ (1922), previa al establecimiento de la institución en el palacio que hoy ocupa: "El Museo que se proyecta es un museo de vida".