Beneficios de la Meditación 

¿Sabías que meditar a diario le puede aportar grandes beneficios a tu salud física y mental? Algunos de estos beneficios son: 

Ayuda a reducir el estrés: La meditación reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés, ayudando a conseguir una de calma y relajación que, con la práctica, te acompaña a lo largo del día, y de la noche. 

Mejora la concentración: Practicar regularmente la meditación fortalece la capacidad para concentrarnos y estar más atentos, algo que, sin duda, mejora la productividad y la claridad mental. 

Aumenta la autoconciencia: Meditar permite que nos conectemos de forma más profunda con nosotras mismas, ayudándonos a comprender mejor nuestros pensamientos y emociones.

Mejora la salud mental: Practicar a diario la meditación puede ayudarnos a reducir los síntomas de la depresión y la ansiedad, para que podamos disfrutar de nuestro día a día de una manera más positiva y equilibrada. 

Estimula el descanso y la calidad del sueño: Las personas que meditan regularmente suelen, en poco tiempo, dormir mejor. La meditación ayuda a relajar la mente y el cuerpo antes de acostarnos.

Fortalece el sistema inmunológico: Algunos estudios aseguran que la meditación puede ayudar a fortalecer el sistema inmunológico y estar así mucho más fuertes a la hora de combatir enfermedades. 

Promueve el bienestar general: Meditar hace que nos sintamos bien y satisfechas con la vida, ayudándonos a cultivar la paz interior y la felicidad.  

Pasos para comenzar a meditar desde 0 en casa

A veces la palabra meditar asusta, pero, creednos, ¡es mucho más fácil de lo que crees! Hay que ser paciente y poco a poco nos daremos cuenta de sus increíbles beneficios. 

1. En primer lugar, busca un lugar tranquilo en tu casa donde puedas sentarte sin interrupciones. Puede ser un rincón de tu habitación, en el salón o incluso en el jardín. Lo importante es que sea un lugar tranquilo y libre de distracciones.
2. A continuación, siéntate cómodamente sin forzar la postura. Puedes sentarte en el suelo con las piernas cruzadas o en una silla con los pies apoyados en el suelo. También puedes meditar tumbada. Mantén la espalda recta y las manos relajadas sobre las rodillas o en el regazo. La postura debe ser cómoda para que puedas mantenerla durante varios minutos.
3. Cierra los ojos y relaja cuerpo y mente. Una técnica muy popular para meditar es hacer un escaneo mental desde la cabeza hasta los pies, liberando cualquier tensión que encuentres en el camino.
4. La respiración es fundamental. Presta atención a tu respiración, observando cómo el aire entra y sale de tus pulmones sin intentar controlarlo. Si tu mente se dispersa, suavemente vuelve tu atención a la respiración. También puedes contar tus respiraciones para mantenerte enfocado. Por ejemplo, inhala y cuenta "uno", exhala y cuenta "dos", y así sucesivamente hasta llegar a diez, luego empieza de nuevo. 
5. Practica la meditación guiada, sobre todo al principio. Existen infinidad de aplicaciones y videos que te pueden guiar paso a paso a través del proceso de meditación.

La paciencia y la constancia son fundamentales. Al principio, meditar puede parecer difícil, pero con paciencia y práctica, se volverá más fácil. Comienza con sesiones cortas de 5 a 10 minutos y ve incrementando el tiempo gradualmente a medida que te sientas más cómoda.