Existen varias formas de proteger los ojos del cloro sin tener que renunciar a ese refrescante baño en una piscina que permite soportar mejor los calores estivales, entre ellas las que recomiendan los ópticos de General Optica: Utilizar gafas de natación Antes de sumergirse en la piscina, la persona debe asegurarse de llevar ...
Existen varias formas de proteger los ojos del cloro sin tener que renunciar a ese refrescante baño en una piscina que permite soportar mejor los calores estivales, entre ellas las que recomiendan los ópticos de General Optica:
Utilizar gafas de natación
Antes de sumergirse en la piscina, la persona debe asegurarse de llevar puestas y ajustadas unas gafas de natación de calidad. Esto le permitirá ver nítidamente bajo el agua y, además, también actuarán como una barrera efectiva para proteger los ojos del cloro y otros productos químicos presentes en el agua de la piscina.
Enjuagar los ojos después de nadar
Después de salir de la piscina, conviene enjuagarse los ojos con agua limpia. Esto ayuda a eliminar cualquier residuo de cloro que pueda haber quedado en la superficie de los ojos y ayuda a prevenir irritaciones.
Utilizar lubricantes oculares
Si se experimenta sequedad o irritación después de nadar, conviene considerar el uso de gotas lubricantes o lágrimas artificiales. Estos productos contribuyen a aliviar la sequedad ocular causada por el cloro, pero antes de usarlos hay que consultar su conveniencia con el óptico de confianza.
Evitar frotar los ojos
Aunque se tenga la tentación de rascarse por el picor, hay que evitar frotar los ojos mientras se está en el interior de la piscina o justo después de salir. El cloro y otros productos químicos pueden irritar los ojos, y frotarlos podría empeorar la situación.
Usar gafas de sol con protección lateral
Cuando una persona pasa tiempo cerca de la piscina, pero no está nadando, el uso de gafas de sol con protección lateral puede resultar de gran ayuda, ya que impedirá que las salpicaduras de agua con cloro entren directamente en los ojos.