La tricotilomanía tiene características específicas y puede ir acompañada de rituales (como retorcer el pelo entre los dedos, por ejemplo) y conductas repetitivas (pellizcarse, rascarse o morderse las uñas, entre otras). La zona afectada suele ser la cabeza, pero también de las cejas, las pestañas, la barba y el pubis. Algunas ...
La tricotilomanía tiene características específicas y puede ir acompañada de rituales (como retorcer el pelo entre los dedos, por ejemplo) y conductas repetitivas (pellizcarse, rascarse o morderse las uñas, entre otras).
La zona afectada suele ser la cabeza, pero también de las cejas, las pestañas, la barba y el pubis. Algunas personas solo se arrancan cabellos de un lugar del cuerpo y otras de varios de forma inconsciente o para evitar una pérdida de pelo visible en una única zona. También pueden arrancar el pelo de animales domésticos, peluches, muñecas o alfombras, por ejemplo.
La cantidad de pelo extraído es diferente en cada persona. Lo más frecuente es que se arranque de uno en uno pero, con el tiempo, suelen arrancarse mechones. Pueden producirse pequeñas calvas, reducción de la cantidad o una calvicie completa. Las cejas y las pestañas pueden llegar a desaparecer totalmente.
El momento en que se produce es variable. Puede suceder en cualquier momento del día, al sentir aburrimiento, tensión o ansiedad o en todas las situaciones. No suele hacerse ante otras personas e intentan evitar situaciones sociales para que nadie se entere de su problema. En ocasiones ocultan su alopecia empleando sombreros, pelucas, pestañas postizas o tatuajes de las cejas, por ejemplo.
El tratamiento ayuda a reducir o a detener por completo la tricotilomanía y los sentimientos de depresión, ansiedad o baja autoestima asociados a ella. Cuando la persona ha dejado de arrancarse el pelo debe mantener un estado de alerta porque las situaciones desencadenantes de esa conducta (como el estrés, por ejemplo) son numerosas y el pelo siempre es accesible.
Los especialistas señalan que, entre las posibilidades de tratamiento de la tricotilomanía, destacarían:
1-En determinadas situaciones pueden emplearse ciertos medicamentos, como algunos antidepresivos, a pesar de que los estudios realizados sobre el tema son escasos actualmente.
2-La terapia cognitiva ayuda a identificar las creencias distorsionadas sobre la conducta de arrancarse el pelo.
3-La terapia de aceptación y compromiso facilita aceptar el impulso de arrancarse el pelo sin tener que realizar la conducta.
4-La terapia cognitivo-conductual se considera el tratamiento principal porque facilita la reducción de los síntomas, aumenta la conciencia de lo que sucede en las personas con este trastorno, favorece el reconocimiento de los desencadenantes e implementa estrategias que permiten sustituir la conducta de arrancarse el pelo por otras (apretar las manos, tocarse las orejas en vez de arrancarse pelo o sentarse sobre las manos, por ejemplo).
En ocasiones, además de tricotilomanía se presenta tricofagia (la persona come el cabello arrancado), pudiendo formarse en el estómago e intestino bolas de pelo apelmazado (denominadas tricobezoares). Es una complicación poco frecuente pero grave que debe ser tratada de manera específica.