El llanto suele presentarse cuando experimentamos emociones negativas muy intensas (tristeza, frustración o ira, fundamentalmente) que cargan de estrés al organismo. Es necesario liberar la tensión acumulada y eliminar las emociones negativas que sentimos y lo hacemos mediante el llanto.

Llorar facilita la gestión de emociones. En el proceso intervienen dos partes diferentes del cerebro: la corteza prefrontal (funciones ejecutivas, voluntad y toma de decisiones de manera racional) y la amígdala (emociones y actuaciones de forma impulsiva, automática e involuntaria). Cuando la amígdala se activa en exceso, se desactivan automáticamente las funciones de la corteza prefrontal y funcionamos mediante las emociones hasta que la hiperactivación de la amígdala empieza a estabilizarse y retomamos el control y conciencia de la realidad.

Los especialistas señalan que, entre los beneficios de llorar cuando la emoción lo requiere, destacarían:

1-Adquieres conciencia de lo que te pasa. Al llorar, percibes que algo sucede o sientes, pudiendo reconocerlo para poder encontrar una solución.

2-Ayuda a compartir sentimientos. Cuando ves a otra persona llorando o lloras tú, estáis viviendo una situación en la que se presentan empatía y apoyo debido a la activación de las neuronas espejo y la liberación de oxitocina.

3-Reduce el estrés. Llorar porque nos sentimos tristes o frustrados se considera un mecanismo natural para eliminar las emociones negativas que sentimos porque las lágrimas contienen hormonas del estrés. Además, el llanto facilita la liberación de opiáceos endógenos (con capacidad analgésica y calmante) por lo que, tras llorar, sentimos una agradable sensación de paz y tranquilidad tras el desahogo y la reducción de las tensiones.

4-Aumenta el metabolismo a nivel cerebral. El llanto incrementa el flujo sanguíneo al cerebro (un 30% de la sangre que el corazón bombea) porque aumenta el gasto energético y la frecuencia respiratoria para oxigenar al cerebro. Cuando dejamos de llorar, sentimos cansancio y bienestar porque el cerebro, para recuperar el equilibrio, libera endorfinas que generan tranquilidad.

5-Mejora tu comunicación con los demás. Cuando lloras ante otra persona estáis compartiendo un momento íntimo en el que se facilita la comunicación no verbal.

6-Previene la aparición de alteraciones. Liberar el sufrimiento mediante las lágrimas reduce la acumulación de tensiones que pueden causar alteraciones a nivel físico y mental.

7-Actúa como punto de ruptura que nos prepara para continuar. Tras el llanto, disfrutamos de mayor apertura de mente y facilidad para conectar emocionalmente de manera adecuada con otras personas.

Si cuando sentimos ganas de llorar intentamos evitarlo, aumenta la probabilidad de presentar estrés y agresividad. Resulta imprescindible reconocer y expresar sentimientos como tristeza y dolor, sin clasificarlos ni juzgarlos como buenos o malos, solo aceptándolos y liberándolos con lágrimas. Cuando el llanto es excesivo, no cumple su función o se prolonga en el tiempo y no alivia tu malestar, consulta a un especialista.