El agua mineral envasada gana el pulso a la del grifo

Merce Rey

Los consumidores priorizan aspectos como el sabor a lo hora de elegir qué tipo de agua consumir. Por ejemplo, en la Comunidad Valenciana, un 70% opta por el agua embotellada. Sin embargo, si trasladamos este hábito al País Vasco, allí su ingesta desciende y tan sólo el 10% de los usuarios la consume.

11/06/2024

El agua nos ayuda a mantenernos hidratados no solo por dentro sino también en lo que respecta a nuestra piel. Con ella podemos liberar toxinas, nos ayuda a que el organismo trabaje sin contratiempos, facilitando la digestión de los alimentos, combatiendo el estreñimiento y favoreciendo la circulación sanguínea. En 2023 ...

El agua nos ayuda a mantenernos hidratados no solo por dentro sino también en lo que respecta a nuestra piel. Con ella podemos liberar toxinas, nos ayuda a que el organismo trabaje sin contratiempos, facilitando la digestión de los alimentos, combatiendo el estreñimiento y favoreciendo la circulación sanguínea. En 2023 se produjeron 6.440 millones de litros de agua mineral envasada, un 2% menos que en el año anterior. Pero si tenemos en cuenta que su consumo continúa posicionándose como la bebida preferida a nivel nacional, cada persona bebe 133 litros al año, según los datos publicados por la Asociación de Aguas Minerales de España (ANEABE).

Un nuevo estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) señala que casi cuatro de cada diez consumidores en España eligen el agua mineral envasada frente a la del grifo. La razón principal por la que se decantan por esta opción es por el sabor, ya que este "puede ser desagradable cuando se trata de agua dura, rica en sales de cal y magnesio, o agua procedente de una desaladora", indican. En este informe fueron encuestadas 1.100 personas de entre 25 y 80 años, siendo la Comunidad Valenciana el lugar en donde el consumo fue todavía superior, llegando al 70% de los entrevistados, seguido de Cataluña, donde un 66% reconoce que consume agua embotellada. En cambio, en Madrid o en País Vasco no cuenta con tantos adeptos y solamente un 7 y un 10% de los residentes, respectivamente, la elige.

Cuando estos usuarios acuden al supermercado a comprar este producto, en lo que más se fija la mayoría es en el precio (un 63% así lo manifiesta), mientras que el 37% restante asegura que la marca o el manantial son un factor determinante en la compra. Tras el análisis, la OCU detectó que el coste del agua envasada varía bastante entre el lugar de procedencia y el establecimiento que lo comercializa. Así, Sevilla y Málaga son las ciudades en las que el precio medio del agua es más asequible y ronda los 98 céntimos el litro. Por otra parte, en Valencia o Madrid el litro casi está en 1,20. Atendiendo a los datos expuestos, la Organización pone como ejemplo el caso de una familia numerosa que tenga que comprar agua habitualmente, le supondría un gasto bastante elevado, ya que partiendo de la base de que cada uno de los miembros ingiriese 2 litros de agua mineral cada día y el coste por cada litro supusiese un gasto de 0,17 euros, tendría que desembolsar casi 500 euros al año. Y si esta misma familia optase por el agua del grifo, supondría un ahorro para su bolsillo al destinar tan solo 5,25 euros al año.

Por este motivo, anima a la población a consumir agua del grifo y en caso de que el sabor de esta "sea descargable, aconseja comprar aguas minerales de manantiales situados en la misma región del consumidor: tanto por el menor impacto medioambiental que genera su transporte, como porque suelen ser más baratas", expone.

Al alcance de la mano

Otra forma de aprovechar el agua del grifo para el consumo y no tener que recurrir a las garrafas de agua del supermercado, reduciendo así la producción de plástico y de residuos, es utilizar jarras de agua para purificar el agua. Estas contienen un filtro que hay que colocar en su interior y una vez que el líquido entra en contacto con esta cápsula saldría el agua libre de impurezas. Estos filtros conviene cambiarlos de manera frecuente para que continúen siendo efectivos. También es posible instalar un filtro en el grifo de la cocina, que iría adherido al caño, y cuando el agua fluyese por él se eliminarían el cloro, los metales pesados, las bacterias u otros elementos, proporcionándole un buen sabor. También se puede optar por comprar un grifo de agua filtrada, con el que poder disfrutar de un consumo seguro de agua libre de microplásticos, cal, bacterias y olores desagradables. Algunos fabricantes que van un paso más allá y ofrecen griferías que además de surtir al usuario con agua filtrada, pueden elegir si la quieren con gas o sin él, o si la prefieren fría.

 

FOTO PRINCIPAL.: Foto de Kampus Production.

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