Se denomina radicales libres a ciertos compuestos formados a partir del funcionamiento metabólico normal del organismo. Esta normalidad se mantiene porque se producen determinadas reacciones enzimáticas dirigidas a su correcta eliminación. El problema se plantea cuando, debido a varios factores, se produce una excesiva cantidad de radicales libres que no ...
Se denomina radicales libres a ciertos compuestos formados a partir del funcionamiento metabólico normal del organismo. Esta normalidad se mantiene porque se producen determinadas reacciones enzimáticas dirigidas a su correcta eliminación. El problema se plantea cuando, debido a varios factores, se produce una excesiva cantidad de radicales libres que no es posible expulsar correctamente y se acumulan en el organismo sin ser neutralizados. Esta situación provoca envejecimiento celular.
Los especialistas señalan que, entre los factores que influyen en la aparición de un exceso de radicales libres, destacaría el consumo excesivo de alcohol y tabaco, seguir una dieta desequilibrada con un alto contenido en grasa, el exceso de radiación solar, realizar un ejercicio muy intenso (como sucede con los deportistas profesionales) o el sedentarismo.
Indican también que sería conveniente modificar ciertos hábitos nocivos considerados factores de riesgo que mejorarían la salud a todos los niveles. Eliminar el tabaco y reducir el consumo de alcohol al mínimo, evitar la radiación solar excesiva en horas de máxima intensidad y sin protector solar (imprescindible para el cuidado de la piel y evitar la aparición de manchas y arrugas) y reducir el sedentarismo practicando ejercicio adaptado a las capacidades personales de manera habitual.
A nivel dietético, los expertos recomiendan el consumo de alimentos ricos en compuestos antioxidantes porque se les atribuye una capacidad protectora frente a la formación y eliminación de radicales libres. Entre los alimentos más ricos en antioxidantes se encuentran las espinacas, las coles verdes (repollo, coles de Bruselas, col, etc.), los aguacates, el brécol, el tomate, las zanahorias, las bayas (moras, fresas, frambuesas, arándanos, etc.), los cítricos (naranja, limón, pomelo, mandarina, etc.) y las uvas, entre otros.
Resulta más sencillo de lo que parece su aporte diario en recetas fáciles de elaborar. Te proponemos:
1-Guacamole. Corta a la mitad los aguacates, elimina la semilla, retira la pulpa con una cuchara y ponla en un recipiente. Mezcla la pulpa con cebolla, pimiento y tomate (previamente lavados, pelados y troceados). Pásalo por la batidora hasta obtener una crema suave. Añade el zumo de limón, unas gotas de aceite de girasol, sal y pimienta. Enfríalo en la nevera.
2-Ensalada de espinacas. Combina brotes de espinacas, tomate cherry, gambas, zanahoria rallada, almendras, arándanos y cebolleta. Aliña con albahaca, aceite de oliva virgen y limón.
3-Pizza de brécol. Compra la masa ya elaborada y cúbrela con salsa de tomate y lonchas de queso (gouda, sin grasa, etc.). Coloca el brécol previamente cocido sobre el queso y añade los ingredientes que prefieras (jamón, atún, aceitunas, etc.). Cúbrelos con queso rallado y orégano. Introdúcela en el horno el tiempo recomendado por el fabricante de la base (aproximadamente quince minutos).