Las vitaminas son compuestos imprescindibles para el correcto desarrollo de los niños pero no pueden consumirse sin control. Los especialistas señalan que:

1-De manera general, es fácil cubrir los requerimientos vitamínicos diarios, pero es fundamental entender que las vitaminas deben ser aportadas a través de los alimentos porque el organismo no las puede fabricar ni almacenar. La excepción es la vitamina D, que puede ser sintetizada por la acción del sol, por lo que se recomienda que los niños pasen tiempo al aire libre.

2-No existen alimentos que cubran la totalidad de los requerimientos vitamínicos diarios. La dieta debe ser variada para conseguir un aporte adecuado y en concentraciones precisas. Se deben incluir alimentos de todos los grupos de la pirámide nutricional en el menú infantil, salvo indicación en sentido contrario del pediatra. No podemos eliminar alimentos que les desagradan porque deben acostumbrarse a comer de todo y a probar las novedades.

3-De manera general, un niño que sigue una alimentación sana y equilibrada, con una dieta que incluya productos crudos (frutas y verduras), tendrá un aporte suficiente de vitaminas y minerales. Lograr un desarrollo completo a todos los niveles precisa un aporte adecuado de nutrientes (hidratos de carbono, grasas, minerales, proteínas y vitaminas).

4-Todas las vitaminas son importantes y están presentes en concentración suficiente en los alimentos de consumo habitual. No es necesario complicarse demasiado pero sí ofrecer a los niños de todo (en función de la edad y la introducción secuencial de la comida indicada por el pediatra) para lograr el aporte diario recomendado por los especialistas. Verduras y legumbres suelen ser las menos deseables, pero no pueden ser eliminadas del menú diario porque no les guste su sabor o textura. Sería recomendable introducirlas de manera atractiva o combinada con alimentos que les gusten mucho. Puedes encontrar recetas en páginas web especializadas o elaborarlas tú misma.

5-Una carencia vitamínica en niños únicamente puede ser diagnosticada por su pediatra. Es la persona que conoce su historial y su pauta de desarrollo físico e intelectual. Cualquier duda que se plantee debe ser consultada a su pediatra. Si encontrase algún déficit o problema asociado, puede pautar la administración externa de algún complejo vitamínico específico y adaptado a su edad.

En general, nadie debe consumir compuestos vitamínicos sin control médico y lo mismo sucede con los niños. Es posible encontrar numerosos productos atractivos (gominolas y caramelos, especialmente) que pueden parecer inocuos pero no lo son. En sus etiquetas se expresa su composición química y no pueden ser consumidos sin control.