Las situaciones de calor extremo afectan especialmente a los ancianos, los lactantes, los niños, los enfermos crónicos que requieren tratamiento farmacológico y las personas dependientes. Además, aunque son numerosos los medicamentos influenciados por el aumento de temperatura, los que pueden inducir una hipertermia y los que indirectamente pueden exacerbar los ...
Las situaciones de calor extremo afectan especialmente a los ancianos, los lactantes, los niños, los enfermos crónicos que requieren tratamiento farmacológico y las personas dependientes. Además, aunque son numerosos los medicamentos influenciados por el aumento de temperatura, los que pueden inducir una hipertermia y los que indirectamente pueden exacerbar los efectos del calor deben ser especialmente tenidos en cuenta.
Los especialistas señalan que, para continuar con la medicación en verano, sería recomendable:
1-Consultar a tu médico la situación porque cualquier modificación debe ser planteada por él. Eliminar radicalmente un tratamiento crónico, dejar de tomar un diurético o cambiar alguna pauta sólo puede ser indicado por él tras la realización de las pruebas que considere oportunas.
2-Elaborar una lista que incluya todos los medicamentos, las dosis y los horarios. Puedes utilizar una pequeña libreta o las notas del móvil para poder llevar un registro de las tomas o algún cambio que se produzca.
3-Tomar la medicación a la misma hora todos los días para minimizar la posibilidad de olvidarte (por la mañana, a la hora de comer o al acostarte, por ejemplo).
4-Utilizar un pastillero con los días de la semana. Se recomienda guardarlo en un lugar visible y sin contacto con la humedad, el calor y la luz. En los medicamentos que pueden verse afectados por las altas temperaturas aparece una indicación en su envase y deben conservarse refrigerados (entre 2 y 8º C, normalmente). El calor ejerce un efecto inadecuado sobre los medicamentos, especialmente sobre los que presentan especificaciones en cuanto a su conservación a una temperatura concreta y las variaciones térmicas pueden alterarlos afectando a nuestra salud.
5-Programar una alarma en casa, en el reloj o en el móvil como señal recordatoria de que es el momento de tomar la medicación.
6-Colocar el medicamento en un lugar fácilmente visible para no olvidar su toma.
7-Tener en cuenta que, si viajas a algún lugar diferente del habitual, no debes olvidar guardar en la maleta los medicamentos pautados por tu médico, transportarlos correctamente y poder adquirirlos en tu destino sin complicaciones. Es importante que mantengas la rutina diaria a pesar del cambio de vida. Antes de viajar pregunta lo que debes llevar y busca información que te permita saber si podrás encontrarlos en tu lugar de destino. Si es necesario, solicita a tu médico la cantidad precisa para todo el período que vayas a permanecer de viaje. No olvides mantener las condiciones de humedad y temperatura que se indican en el prospecto. Es importante que estas condiciones no varíen porque puedes padecer alteraciones que deberán ser tratadas por el médico.