El inconformismo, la insatisfacción permanente, la sensación de vacío, la búsqueda de un propósito vital o los golpes de la vida son algunas de las razones por las que muchas personas reconducen su estilo de vida, hasta el punto de dar también un giro radical a sus carreras profesionales, aunque ...
El inconformismo, la insatisfacción permanente, la sensación de vacío, la búsqueda de un propósito vital o los golpes de la vida son algunas de las razones por las que muchas personas reconducen su estilo de vida, hasta el punto de dar también un giro radical a sus carreras profesionales, aunque no son solo estas causas.
Hoy en día, existen infinidad de herramientas integradas en el denominado `mercado de la conciencia´, prácticas que van desde el mindfulness hasta el yoga, pasando por el desarrollo personal y la autoayuda a través de programas, talleres, coaching, retiros o conferencias, dirigidas al apoyo en esa búsqueda interior o que, sencillamente, contribuyen a mejorar el bienestar físico y mental de las personas. Pero ¿por qué?
El yoga es una de las prácticas más populares para ello, o al menos eso apuntan las cifras. Solo en España, y según datos del portal Statista Consumer Insights, hasta el 16% de las mujeres y el 4% de los hombres ya practican yoga de forma ocasional, y un último informe de este sector publicado por la Allied Market Research en 2022 sobre el Mercado Europeo de estudios de yoga, apunta cómo se trata de un sector en constante crecimiento.
Y es que, una de las causas es que, en el presente pareciera abundar un estrés psicosocial, casi crónico, por lo que la ansiada búsqueda del bienestar desde todos los puntos de vista se convierte y atraviesa a las personas y lo sitúan como una prioridad frente a cualquier otra cosa. "Hoy es día el yoga es una práctica complementaria muy terapéutica que reduce significativamente los síntomas de depresión y la ansiedad y alivia el estrés", nos comenta la psicóloga e investigadora clínica en la Universidad de San Diego, la Dra. Tamara Goldsby.
De hecho, un último estudio publicado en marzo de 2024 en la revista científica Acta Psychologica sobre la influencia de las respiraciones yóguicas, concluye cómo las prácticas de pranayamas y respiración reducen el estrés y aumentan las conexiones sociales. Prácticas de las que han hecho su forma de vida desde hace ya algunos años personajes famosos como el ex-actor Mariano Alameda, fundador en 2006 del Centro de Yoga y Desarrollo Persona Nagual en Madrid, la ex top model Verónica Blume, quien dejó la moda por el yoga hace ya más de 20 años, o la cantante salida de la segunda edición de OT, Nika, quien hoy es profesora de yoga en su propio centro `SerYoga´.
Pero no todo es yoga, sino que esta práctica puede ser la vía perfecta de descubrimiento hacia otras herramientas de redescubrimiento como la sonoterapia a través del Gong y los cuencos tibetanos. Tal y como nos cuenta la propia Tamara Goldsby, centrada actualmente en la investigación sobre la sanación con sonido. "Existen ya pruebas sólidas de que los baños de sonido alivian el estrés y la ansiedad.
Un baño de sonido es una terapia integral, muy curativa y holística, por lo que puede que no a todos les satisfaga. Varios terapeutas de sonido realizan sesiones de muchas maneras porque no existe un método estándar para un baño con sonido, sin embargo, pueden cambiarte la vida, como me pasó a mí", explica esta experta.
Y otro ejemplo es James Crossley, quien fue hace 25 años un actor muy famoso en el Reino Unido por su participación en la serie de TV Gladiators desde 1993 hasta el 2000, hasta que en esa fecha, dio un giro total a su carrera sin pretenderlo. "Hace 25 años empecé a practicar yoga como una herramienta de apoyo a mi profesión.
Yo era también culturista y en el programa tenía que escalar paredes, columpiarme entre anillos, trabajar mucho el cuerpo y realizar diferentes patrones de movimiento, y el yoga me ayudó a ser más ágil y mejoró muchísimo mis habilidades corporales", relata el ex-actor.
Sin embargo, su carrera y su vida cambió durante un retiro en Bali donde, además de profundizar en la práctica de yoga, descubrió los baños de sonido. "Me sorprendió el nivel tan profundo de relajación en mi, lo bien que dormí esa noche, nunca había experimentado nada igual. En aquel sitio había unas 200 personas y acudía allí gente a un baño sonoro cada hora", relata . "Hoy soy profesor de yoga, enseño vinyasa y yin yoga, pero realmente no me apasiona tanto y me satisface como la sanación con sonido", agrega.
James Crossley es un hombre polifacético, ya que también es guitarrista y percusionista de profesión. "Me encanta la música, toco instrumentos desde hace más de 30 años, así que cuando volví de Bali quise formarme en la facultad de sonido en Londres y me certifiqué como terapeuta y formador de profesores", explica. "Me apasiona la música y me encanta ver cómo la gente tiene reacciones tan increíbles al sonido y las vibraciones.
Un "baño de sonido" es una práctica de bienestar holístico que implica sumergirse en sonidos y vibraciones relajantes producidos por varios instrumentos, como cuencos tibetanos, gongs y campanillas, cada uno de los cuales produce tonos únicos y diferentes", expone James Crossley.
En el marco de The Yoga Gallery, un festival más de conciencia centrado en la fusión del yoga con el arte y la música, que celebrará su segunda edición en Menorca donde Crossley participará con su `handpan´, la semana del 3 al 9 de junio junto con un tambor de acero inoxidable de percusión de sonido melódico que tocará con las manos, y que reproduce diferentes notas y escalas musicales.
A medida que la mente y el cuerpo se relajan, el ritmo cardíaco y la presión arterial disminuye, y nuestra respiración se vuelve más profunda. Es en este estado donde puede ocurrir una curación profunda", manifiesta Crossley.
"Los baños de sonido pueden cambiar los patrones mentales de una persona al reducir y calmar el estrés y los estados ansiosos y depresivos", esclarece Tamara Goldsby, co-autora del estudio sobre los beneficios de la sanación con sonido publicado en 2022 en la plataforma académica digital MDPI. "Existe ya bastante evidencia sobre los efectos terapéuticos y de bienestar en las personas de la musicoterapia, y nuestro próximo paso es desarrollar un protocolo de curación con sonido que pueda aplicarse a una variedad de entornos y personas mediante medidas fisiológicas (como EEG, biomarcadores de estrés, presión arterial y corazón velocidad, etc…)" concluye Goldsby.