Se puede definir evento traumático como un suceso que supone una amenaza para la seguridad o integridad física de la propia persona o de personas cercanas y significativas para ella y que lo viven como algo extremadamente estresante, impredecible e incontrolable, generándoles respuestas desagradables. Se puede describir trastorno de estrés postraumático ...
Se puede definir evento traumático como un suceso que supone una amenaza para la seguridad o integridad física de la propia persona o de personas cercanas y significativas para ella y que lo viven como algo extremadamente estresante, impredecible e incontrolable, generándoles respuestas desagradables.
Se puede describir trastorno de estrés postraumático como un problema de salud mental que algunas personas desarrollan tras presenciar o experimentar un evento que les resulta traumático. Puede presentarse a cualquier edad porque la situación traumática provoca miedo.
El miedo genera cambios en el organismo (como el aumento de la presión arterial y la frecuencia cardíaca y la liberación de hormonas asociadas) que, con el paso del tiempo, se normalizan. Las personas con TEPT no se recuperan. Se sienten incómodas, estresadas y asustadas tras la finalización. En ciertos casos, los síntomas comienzan más tarde y su presencia y ausencia se alternan. Tras el evento traumático, aproximadamente el 25 % de las personas, puede presentar este trastorno. Cuando lo ha causado otra persona, la probabilidad de aparición es mayor, especialmente, en agresiones sexuales, tortura y guerra.
Los especialistas señalan que los eventos que pueden provocarlo y su intensidad es variable, por lo que las causas no se conocen totalmente. Se cree que, entre las más frecuentes, destacarían:
1-Características del carácter y de la personalidad (como el neuroticismo y la hostilidad). Algunos especialistas señalan la existencia de tres subtipos distintos basados en la personalidad: internalizado, externalizado y de baja patología.
2-Conductas negativas implementadas por el ser humano (secuestros, tortura, terrorismo, guerras, homicidios, ser víctima o testigo de violencia o de un delito y maltrato físico, sexual o emocional,).
3-Factores genéticos. Algunos estudios señalan que puede ser hereditario pues se ha relacionado una variante de dos genes implicados que se presenta con mayor frecuencia en personas emparentadas.
4-Fenómenos naturales (terremotos, inundaciones e incendios).
5-Situaciones accidentales (accidente de tráfico).
6-Situaciones con una elevada carga emocional (padecimiento de una enfermedad grave o la muerte de un familiar o amigo cercano).
Los síntomas de TEPT son numerosos y no tienen que ser coincidentes. Son frecuentes los intentos de evitar situaciones o personas que desencadenan recuerdos del trauma y reexperimentar los síntomas sufridos en forma de pesadillas y flashbacks. También se presentan hipervigilancia, reactividad, nerviosismo, excesiva atención al peligro, arrebatos de ira, distanciamiento, problemas para dormir, sentimientos de culpa y remordimiento, pensamientos negativos, problemas de concentración, pérdida de interés por actividades previamente placenteras o tensión y sobresalto excesivos
Cuando su duración supera el mes, causa una gran angustia o interfiere con la vida laboral o personal, debe ser valorado. El diagnóstico del TEPT, debe hacerlo un médico y/o un profesional de salud mental mediante un examen físico y pruebas específicas de salud mental.