Los adultos responsables de los niños se sienten desbordados por la falta de tiempo y la necesidad de mantenerles ocupados y entretenidos. También necesitan descansar porque han pasado un curso completo lleno de horarios y actividades. Es el momento de disfrutar de unas merecidas vacaciones.

Afortunadamente, las posibilidades que se plantean son numerosas. Cualquier actividad debe ser seleccionada pensando en sus capacidades personales y en tus opciones reales porque no pueden convertirse en una sobrecarga para ti a ningún nivel (ni vital, ni económica, por ejemplo). Sería recomendable:

1-Acudir a un campamento. Los niños deben verlos como un premio, una recompensa tras los meses que han pasado en el colegio. Es fundamental que consideren que es una buena oportunidad para aprender cosas nuevas que no se aprenden en el colegio, para conocer a nuevos amigos y para que disfruten de las vacaciones.

2-Eliminar las pantallas. A pesar de que no sea una actividad muy habitual, apagar la televisión, el ordenador y cualquier pantalla es fundamental para que aprendan a disfrutar de las actividades al aire libre. Pueden dedicarles un tiempo determinado pautado por los adultos.

3-Escoger actividades satisfactorias para ellos. Es importante que se sientan animados a realizarlas sin percibirlas como una obligación. Numerosas entidades públicas organizan actividades gratuitas o con un coste muy bajo que resultan interesantes para su desarrollo físico e intelectual.

4-Mejorar la dieta y prevenir la obesidad infantil. Resulta fundamental que aprendan a comer de manera saludable, continuar con las capacidades ya adquiridas y mejorar las que sean mejorables. Introducir nuevos alimentos elaborados con recetas originales o reforzar lo que ya hacíais habitualmente es una manera perfecta de conseguirlo.

5-Modificar ciertos hábitos establecidos durante el curso escolar. Puedes cambiar los horarios y hacerlos más flexibles pero controlados porque es importante que descansen adecuadamente para potenciar su crecimiento.

6-Organizar viajes familiares. No es preciso gastar mucho dinero pero es importante seleccionar algún desplazamiento que pueda convertirse en un aprendizaje y una nueva manera de convivir en familia. Establecer contacto con el medio natural si vives en la ciudad o con el ambiente urbano si vives en el campo es una manera adecuada de potenciar su desarrollo físico y mental.

7-Practicar ejercicio adaptado a su edad y preferencias. El ejercicio genera bienestar y apoya la prevención de la obesidad infantil. Sería recomendable realizar una hora diaria de actividad física moderada (patinar, nadar, jugar al baloncesto o bailar, por ejemplo). Pueden hacerlo solos, con amigos o con adultos, por ejemplo, en función de las características y necesidades familiares.