Elizabeth Siddall es un personaje real. Desconocida para muchos, magnéticamente interesante , la historia tiene una deuda con ella. La `Ophelia´ más famosa de la historia del arte es ella, la del cuadro de John Everett Millais. La conoces seguro. La has visto, pero no sabes que detrás de esa ...
Elizabeth Siddall es un personaje real. Desconocida para muchos, magnéticamente interesante , la historia tiene una deuda con ella. La `Ophelia´ más famosa de la historia del arte es ella, la del cuadro de John Everett Millais. La conoces seguro. La has visto, pero no sabes que detrás de esa imagen icónica hay una historia apasionante. La de una poeta, pintora y musa. Pero no una musa cualquiera. Siddal fue una mujer apasionante de la que nadie parece saber nada. Es el momento de que la descubras.Los miércoles a las 19:30h desde el 29 de mayo puedes hacerlo en la Sala Lola Membrives del Teatro Lara.
En `Elizabeth Siddall´ la dramaturga y actriz María Giménez de Cala retrata a una mujer en continua pelea consigo misma y cuya búsqueda de la felicidad la atormenta, pero que sin embargo la convierte en un personaje subyugante hacia el que Giménez de Cala mira para entender. Siddall está llena de energía y talento pero también de miedos e inseguridades. Y la intérprete hace una viaje por esa cabeza, ese corazón y ese espíritu. Ese mundo en el que se siente invisible y contra el que se rebela.
Perseguida casi toda su vida por la enfermedad que la mantuvo siempre cerca de la sensación de asfixia, dolor y vulnerabilidad; peleada con un cuerpo que sentía que no le correspondía y del que intenta escapar continuamente...herida pero con unas inmensas ganas de vivir. Así era Elizabeth. Así es Elizabeth.
Cautivadora, apasionada, tan frágil como fuerte, contradictoria, vital y enferma. Inteligente, en continuo devaneo con su tiempo...
Muy deteriorada debido a una salud que le juega malas pasadas y a su adicción al láudano, Elizabeth permanece encerrada en su casa de Londres mientras espera la vuelta de su reciente marido Dante Gabriel Rossetti. Su amor y su tortura. Abandonada y deprimida, hará un último intento por cumplir con el rol de musa que le ha otorgado a lo largo de los años la Hermandad Prerrafaelita, rol que encarna ese ideal de belleza estática y adormecida que todos esperaban de ella. Pero ya es demasiado tarde, Elizabeth ha pagado un precio demasiado alto por su independencia y no hay marcha atrás.