En un mundo cada vez más acelerado y lleno de estímulos, cuidar nuestra salud mental se ha vuelto imprescindible. El minimalismo emocional nos ayuda a identificar las emociones innecesarias que nos preocupan sin necesidad y no os permiten disfrutar plenamente de las cosas buenas de la vida. La coach Anna Fargas, ...
En un mundo cada vez más acelerado y lleno de estímulos, cuidar nuestra salud mental se ha vuelto imprescindible. El minimalismo emocional nos ayuda a identificar las emociones innecesarias que nos preocupan sin necesidad y no os permiten disfrutar plenamente de las cosas buenas de la vida.
La coach Anna Fargas, a través de su libro Minimalismo Emocional, no ayuda a cuidar más nuestro mundo interior para dejar de sufrir.
Qué es el minimalismo emocional
El minimalismo es una filosofía que apuesta por reducir lo innecesario, eliminar el desorden metal y enfocarnos en lo esencial, teniendo claro que el sufrimiento no es culpa de los demás ni del exterior, sino que depende, única y exclusivamente, de nosotros. Se basa en dos conceptos básicos: el mindfulness (la atención plena) y la filosofía oriental de eliminar las cosas superfluas que consumen nuestra energía. Del mismo modo que en nuestro hogar, vamos acumulando cosas innecesarias, en nuestro cerebro ocurre lo mismo. Se trata de simplificar nuestro mundo interior "eliminando cargas mentales innecesarias, hábitos tóxicos y pensamientos limitantes para alcanzar una vida más plena y significativa", define Fargas.
Lo que propone el minimalismo emocional es identificar las cargas emocionales que nos acompañan y deshacerse de ellas.
Cómo aplicar en nuestra vida el minimalismo emocional
Anna Fargas ha identificado hasta 85 cargas que detalla en su libro "Minimalismo emocional" y recomienda llevar un diario donde anotar experiencias y cómo te sientes con relación a ellas. Este listado se debe hacer desde la autocompasión. Para ayudarnos en nuestro proceso de simplificación de emociones, es fundamental ayudarnos de la práctica del mindfulness. Para ello, debemos prestar especial atención a cada cosa que hagamos, disfrutándola plenamente (desayunar sintiendo cada bocado, salir a pasear al perro disfrutando del paisaje…) También es fundamental rodearnos de positividad con amigos que nos hagan mejores y nos apoyen.
Algunas de las claves para sufrir menos y practicar el minimalismo emocional pueden ser: