Los ojos son una de las zonas más sensibles de nuestro cuerpo, por ello es más frecuente ver casos de alergia ocular en la primavera, coincidiendo con la época de máxima polinización de las plantas. Jesús Merayo Lloves, Director del Instituto Universitario Fernández-Vega, explica a EsVivir que "esto se produce ...
Los ojos son una de las zonas más sensibles de nuestro cuerpo, por ello es más frecuente ver casos de alergia ocular en la primavera, coincidiendo con la época de máxima polinización de las plantas. Jesús Merayo Lloves, Director del Instituto Universitario Fernández-Vega, explica a EsVivir que "esto se produce por la circulación de agentes causales de alergias, como pueden ser los pólenes". "Cuando nos exponemos a alérgenos como éste, nuestro sistema inmunitario reacciona produciendo síntomas en las zonas más sensibles", apunta el experto.
En este sentido, uno de los síntomas más habituales es el picor intenso. "Otros síntomas comunes son enrojecimiento, inflamación de los párpados, sensación de ardor, lagrimeo excesivo y secreción acuosa", prosigue el doctor. Dichos síntomas pueden variar en intensidad , e incluso pueden convertirse en graves en algunos casos, afectando a la visión y causando visión borrosa temporal. "En estos casos será necesario acudir a un profesional", advierte.
El Director del Instituto Universitario Fernández-Vega también nos da las claves para controlar los efectos de la alergia primaveral en los ojos. Así, "lo primero que debemos hacer es evitar la exposición a los alérgenos desencadenantes". "Hoy en día tenemos mucha información de los niveles de polen, así que debemos evitar salir al aire libre los días de mayor intensidad. Sin embrago, si la alergia surge en casa, procuremos aspirar las alfombras y la ropa de cama, el pelaje de las mascotas también puede afectar".
Otras medidas que debemos tener en cuenta para controlar estos síntomas son "mantener las ventanas cerradas, utilizar gafas de sol y sombrero al aire libre para evitar el contacto directo del polen con los ojos, evitar frotar los ojos, mantener una correcta hidratación y en caso de molestias se puede poner frio local".
Si pese a todo ya tenemos picor, el especialista recomienda poner frío local como una toalla fría en los ojos para evitar que los síntomas se agraven. Además, recuerda que "los pacientes alérgicos ya tienen otros tratamientos sistémicos como antihistamínicos y en los ojos se usan colirios antialérgicos". No obstante, avisa que hay personas que no son alérgicas, pero sufren de ojo seco. "En estos casos, la sequedad ocular hace que las partículas y otros agentes que se encuentran en el aire, lleguen a la conjuntiva y pueda generar picor".
Si los síntomas persisten o empeoran a pesar de tomar estas precauciones y notamos otros signos como dolor o molestias de la luz, el doctor insiste en que debemos acudir a un oftalmólogo para descartar una alergia grave que puede afectar las estructuras oculares, como la córnea. No en vano, concluye, "el especialista podrá recomendar el mejor enfoque para controlar los síntomas y minimizar el impacto de la alergia primaveral en los ojos".