Es en estos meses cuando nos encontramos las cansadas de los normal y esto puede darse por diversos motivos.

Por qué existe el insomnio femenino primaveral

En algunos casos, puede ser diferente al insomnio experimentado por los hombres debido a factores biológicos, hormonales y psicosociales específicos.

Para centrarnos, la melatonina, una hormona producida por la glándula pineal, ha sido objeto de interés para aliviar los problemas de sueño y mejorar la calidad del mismo durante esta fase. Posee propiedades antioxidantes también pueden ser beneficiosas para la salud general.

Efecto hormonal

Según Mabosalud, las fluctuaciones en los niveles hormonales que las mujeres experimentan durante el ciclo menstrual, el embarazo, y la menopausia pueden contribuir significativamente al insomnio.

Por esto hay diversas etapas en las que las mujeres pueden tener este insomnio y encontrarse más cansadas de lo normal. Y en primavera parece ser peor pues los síntomas se incrementan.

En la menopausia, los cambios en los niveles de estrógeno y progesterona pueden afectar la calidad del sueño y los cambios estacionales pueden exacerbar los síntomas como los sofocos, que a su vez afectan el sueño.

Estrés

Es otra de las causas de este insomnio que, en este caso, puede afectar tanto a hombres, adolescentes como a  mujeres por igual.

Los expertos avanzan que las mujeres se exponen además a más factores de estrés psicosocial, además, trastornos de ansiedad y depresión, que son más prevalentes en mujeres, pueden ser causantes o consecuencia del insomnio. Hay muchas cosas que se pueden hacer para vencer este estrés.

Alteraciones del estado de ánimo

Dentro de los cambios de las estaciones, es verdad que hay meses algo más favorables a este temido insomnio.

Si en general muchas personas experimentan una mejora en el estado de ánimo durante los meses más soleados, algunas pueden sufrir de trastorno afectivo estacional (TAE) en la primavera, lo cual puede alterar los patrones de sueño.

Luz durante la mañana

La luz natural aumenta en la primavera, lo que puede afectar el ritmo circadiano, el reloj interno del cuerpo que regula el sueño. La luz que ilumina por la mañana puede hacer que algunas mujeres se despierten antes de lo deseado.

Enfermedades femeninas

Hay de todo, como otra causa, las enfermedades femeninas que pueden ser distintas según edad.

Algunas condiciones médicas que son más comunes en mujeres, como el síndrome de ovario poliquístico (SOP) o problemas de tiroides, también pueden estar asociadas con problemas de sueño.

Alergias de la primavera

Es otro síntoma de la estación. El polen y otras partículas en el aire son las causantes. Las alergias pueden causar congestión nasal, picazón en los ojos y otros síntomas que dificultan el sueño.

Cómo rebajar el insomnio femenino primaveral

Con los efectos hormonales, debemos preguntar al especialista para controlarlos, con hábitos saludables, como la alimentación, el ejercicio y también complementos para que puedan regularse.

MABOsueño es la formulación más avanzada para el insomnio dentro del mercado de productos naturales. Fórmula DTE (Dosis Terapéutica Efectiva) con un formato gummies que permite su máxima absorción sublingual y un sabor muy agradable lo que ayuda enormemente al cumplimiento terapéutico del tratamiento.

Contra el estrés, es algo mental que debemos hacer para que nuestra vida no esté siempre a tope. Meditación, respiración, delegar acciones y actividades, tomarnos la vida con más filosofía hacen que el estrés se aleje y podamos entonces disfrutar y dormir las horas necesarias.

Triptófano

Desde Mabosalud también aconsejan el triptófano, precursor de la serotonina y de la melatonina. Gracias a este componente, con dos comprimidos al día se consigue reducir el estrés, la ansiedad y mejorar el ánimo.

¿Cuántas horas es normal dormir?

Según Clínica Universidad de Navarra, esto depende de edad, la estructura y el tiempo de sueño varían. Así, el recién nacido duerme aproximadamente unas 18 horas, un adulto joven una media de siete-ocho horas, un anciano alrededor de seis horas y media.

En el recién nacido la fase REM ocupa más del 50 % del tiempo total de sueño, en el adulto el 25 % y en el anciano el 20 %. De los 30 a los 60 años se produce una disminución lenta y gradual de la calidad y del tiempo total de sueño. A medida que avanza la edad, el sueño se vuelve más fragmentado y superficial.