1. Equilibrar la piel como punto de partida

Lo importante es tener la piel lo más equilibrada posible. Lo ideal es tener una piel eudérmica, es decir, equilibrada entre los niveles de hidratación y grasa.

En primer lugar limpia el rostro y después tonifica para equilibrar el pH. A continuación aplica un sérum y luego tu crema hidratante. Cuanto más hidratada está la piel, más unificada quedará la base de maquillaje.

2. No cometas este error con la prebase

El error que solemos cometer con las prebases suele ser aplicarlas en todo el rostro cuando a veces no es necesario. Aplica una prebase hidratante en las zonas más secas como pómulos y zona T. En las áreas más conflictivas de brillos aplica una prebase matificante y seborreguladora.  

3. Escoge la base de maquillaje en función de tu tipo de piel

No vamos a poder evitar la sudoración, la piel necesita transpirar y reaccionar ante la temperatura. Los maquillajes con mayor cobertura consiguen que se deshaga menos la base con la sudoración.

Si tienes piel seca, opta por bases que contengan agentes hidratantes que ayuden a unificar el tono de la piel pero a la vez tengan esa parte de tratamiento para que la piel luzca jugosa. Si tienes piel grasa, escoge bases que contengan un poco más de pigmento de color y no tanto tratamiento.

Las hay resistentes al agua, tienen mayor cobertura, menos agentes hidratantes y más pigmento de color.

4. Polvos para prolongar la base de maquillaje
    
Sella con polvos aquellas zonas donde sepas que se van a activar más los brillos. El polvo sella la base de maquillaje alargando su duración y produce un aspecto más matificado, con efecto aterciopelado.

Con el paso de las horas no vamos a poder evitar que la piel transpire y deshaga un poco el maquillaje. Cristina Lobato recomienda llevar papelitos matificantes. Deposita el papelito sobre la piel para eliminar el exceso de grasa del rostro. Si la base de maquillaje sigue intacta, absorbe la grasa con un papelito y aplica polvo de nuevo. En pieles secas, la maquilladora recomienda una bruma hidratante para refrescar de nuevo todo el maquillaje.
 
5. Maquillaje de ojos a prueba de calor

Para evitar que las sombras de ojos y el delineado se muevan, aplica primero un primer de párpados. Utiliza muy poca cantidad de primer, solo en la zona del párpado móvil, no en el párpado superior porque luego será más difícil difuminar las sombras.

El eyeliner mejor que sea waterproof y resistente a la humedad. Traza el eyeliner con un delineador en gel y sobre él, con un eyeliner tipo rotulador que sea waterproof o con un khol, sella el delineado. Si quieres, puedes sellar con sombra negra en polvo y alargar su duración.

La máscara de pestañas, mejor waterproof en días muy calurosos o si vamos a la playa o piscina.

6. Máscaras de pestañas resistentes al agua, ¿sí o no?

"No recomiendo los productos waterproof a diario porque, aunque desmaquillemos de manera suave, generamos más fricción al desmaquillar y podemos dañar las pestañas", explica Lobato. Úsalos solo para días específicos o puntuales.

Si vas a ir a diario a la playa o a la piscina, es preferible realizar un tratamiento tipo tinte o lifting de pestañas a tener que utilizar un producto waterproof a diario.

7. El colorete, ¿mejor en barra, crema o polvo para que dure más tiempo?

El colorete en crema se integra mejor en la piel pero es probable que desaparezca antes con la sudoración. Para días de mucho calor, utiliza un colorete en crema y después sella con el mismo tono en formato polvo.

Otra opción es usar el tinte de labios y mejillas. Esta opción dura más que un colorete en crema o polvo. Además, nos sirve también para los labios.

8. Y los fijadores de maquillaje, ¿funcionan?

La maquilladora no es muy partidaria. "Es más saludable utilizar productos que sean respetuosos con la piel (aunque haya que retocar en unas horas), que utilizar productos que no sean respetuosos o que hagan una barrera que impida la propia transpiración de la piel", concluye.