La diarrea también llamada en ocasiones gastroenteritis cursa con unos síntomas fácilmente reconocibles en función de la causa que la ocasiona. Entre los más habituales destacaría: fiebre, vómitos, heces líquidas, dolor de barriga, retortijones, cansancio y malestar general. El paciente se siente muy mal, agotado e incómodo, por lo que ...
La diarrea también llamada en ocasiones gastroenteritis cursa con unos síntomas fácilmente reconocibles en función de la causa que la ocasiona. Entre los más habituales destacaría: fiebre, vómitos, heces líquidas, dolor de barriga, retortijones, cansancio y malestar general. El paciente se siente muy mal, agotado e incómodo, por lo que su calidad de vida se encuentra muy disminuida.
La causa más frecuente de diarrea es la infección vírica en cualquier momento del año y que suele deberse principalmente a los distintos grupos de Rotavirus (de los que existen vacunas que debes consultar a tu médico o pediatra). Es uno de los problemas a los que se enfrentan los niños pequeños en las guarderías y colegios y preocupa mucho a los padres. También puedes padecerla cuando un alimento te sienta mal porque se encuentra en mal estado (por efecto de las altas temperaturas, por ejemplo) o eres intolerante sin saberlo (lactosa o gluten, fundamentalmente).
La diarrea suele resolverse sin causar problemas serios, pero existe un cierto riesgo de deshidratación debido a la pérdida de agua y electrolitos en las deposiciones líquidas, los vómitos, el sudor, etc. que debe ser evitada. Aunque la deshidratación inicialmente no da síntomas, a medida que progresa aparecen, entre otros: sed, irritabilidad, inquietud, piel arrugada y ojos hundidos. Con el tiempo se presentan: adormecimiento, imposibilidad de hacer pis, ausencia de lágrimas, lengua seca, extremidades frías y húmedas, pulso rápido y débil, jadeos, etc. Es imprescindible acudir al hospital en la primera fase para que el médico valore la situación y evitar llegar a un punto en el que sea más complicada especialmente en niños y ancianos.
A nivel preventivo, entre las recomendaciones para evitar la diarrea, destacarían:
1-Evitar el consumo de alimentos cuyo origen es desconocido o contienen salsas con huevo, yogur o, nata de los que se desconozca o no se controle la temperatura a la que han sido conservados.
2-Realizar una correcta higiene del enfermo para evitar el contagio a las personas que conviven con él. Mejorar la higiene personal y los hábitos higiénicos de los cuidadores para evitar contagios y reinfecciones (lavarse muy bien las manos tras el cambio de pañal).
3-No beber de fuentes sin control aunque parezca un agua muy clara de montaña y siempre se haya bebido. Elegir agua embotellada y usarla incluso para lavarse los dientes o preparar hielo.
4-Llevar a casa adecuadamente los alimentos que compres en cualquier punto de venta, empleando bolsas de congelados e intentando meterlos en el congelador cuanto antes.
5-Transportar en recipientes adecuados y a temperatura correcta los alimentos que lleves a la playa o al campo empleando una nevera portátil por ejemplo.