Los especialistas señalan que muchas personas son incapaces de salir de su rutina y que las variaciones les generan un estrés que son incapaces de asumir y se sienten mal cuando modifican sus hábitos. Sería recomendable ver como algo positivo el simple hecho de salir de esa rutina que nos envuelve y tener tiempo libre para no hacer nada más que lo que te apetezca.

Entre las recomendaciones de los especialistas destacarían:

1-Centrarte en lo que deseas realmente. Escoge el lugar que te apetezca porque no es necesario elegir algo exótico o que esté de moda. Disfrutarás más de unas vacaciones haciendo lo que de verdad quieres hacer, donde haya actividades que te gusten, museos que desees visitar o paisajes interesantes. Si viajas con otras personas, puede ser necesario llegar a un consenso para evitar tensiones que estropearán las vacaciones. No es preciso renunciar a todo lo que deseas y, si te ha tocado aceptar un plan que te disgusta, quédate en casa o disfruta todo lo posible sin pensar continuamente en que lo pasas mal porque tú no querías hacer eso.

2-Decidir y organizar tus actividades. En vacaciones nada debería ser percibido como obligatorio. Puede ser un buen momento para realizar alguna actividad que te interesa pero no puedes desempeñar por motivos laborales. Lo importante es que lo vivas como una experiencia agradable con la que vas a disfrutar.

3-Eliminar el reloj de tu rutina. Nos hemos acostumbrado a tener un horario concreto para cada cosa, pero en vacaciones, salvo excepciones, no es necesario mantenerlo. Disfruta de la sensación de libertad que supone. Te sorprenderá.

4-Olvidar totalmente el trabajo y lo que se relaciona con él. No pienses en los problemas laborales o en lo que te haya quedado pendiente. Mantener ese pensamiento generará tensión, aunque no lo percibas. Seguro que, si descansas correctamente, podrás hacerlo cuando vuelvas a la rutina. Desconectar del ordenador o del móvil para hablar de temas relacionados con el trabajo es imprescindible para eliminar de tu mente esos pensamientos.

5-Pensar en ti misma. Es un buen momento para centrarte en lo que quieres, deseas, necesitas o te hace feliz, en si deseas cambiar algo que no te gusta de tu vida o recuperar a alguna persona de la que te has separado y echas de menos. Tu estado mental positivo durante esta etapa de descanso puede ayudarte a tomar decisiones o, al menos, empezar a delinearlas.

6-Seguir las indicaciones de tu médico. Tu salud no está de vacaciones y, si te han pautado medicación para alguna enfermedad crónica (como la diabetes o la hipertensión, por ejemplo), no puedes dejar de tomarlo salvo indicación específica de tu médico. Continuar tus pautas sanitarias (si eres diabética, no puedes consumir azúcar; por ejemplo) es fundamental también en vacaciones.