A todas las edades y cualquier tipo de piel precisa limpieza para mantener sus propiedades. Debe hacerse con la intensidad adecuada, no puede provocar dolor, necesita que te tomes tu tiempo, tiene que ser agradable y que te permita obtener el resultado apetecido: la piel bien limpia. De manera general, el ...
A todas las edades y cualquier tipo de piel precisa limpieza para mantener sus propiedades. Debe hacerse con la intensidad adecuada, no puede provocar dolor, necesita que te tomes tu tiempo, tiene que ser agradable y que te permita obtener el resultado apetecido: la piel bien limpia.
De manera general, el procedimiento de limpieza de cutis constaría de tres pasos:
1-Tomar una pequeña cantidad de crema limpiadora con las yemas de los dedos y repartirla por cara y cuello con movimientos circulares desde la parte media hasta los laterales; después mentón y cuello y masajear hasta que se absorba totalmente.
2-Aclarar con agua tibia o agua micelar para eliminar toda la suciedad y restos de producto respetando el manto hidrolipídico de la piel.
3-Secar cuidadosamente con una toallita sin frotar en exceso. Con la piel ya limpia puedes aplicar un tónico y una crema protectora e hidratante.
Es recomendable consultar al especialista (dermatólogo, farmacéutico o experto) cualquier duda que se te plantee. De manera general:
1-Para la piel sensible, que se enrojece e irrita fácilmente, usa productos hipoalergénicos, calmantes, sin perfumes y sin colorantes. Recomendable el agua micelar aplicada con un algodón suavemente y sin frotar.
2-En el caso de la piel grasa, la limpieza pretende eliminar el exceso de grasa que obstruye los poros y favorece la multiplicación bacteriana. Prohibido tocar los "granos" sean del color que sean, porque seguro que te quedarán las marcas. Tras la limpieza, usa un tónico que retira impurezas, cierra los poros y produce una agradable sensación.
3-Si tienes la piel seca el contenido graso es bajo, lo que la convierte en vulnerable a los agentes externos. Aplica la leche limpiadora con suavidad y el tónico con un algodón (o varios) hasta que quede absolutamente blanco.
4-En la zona ocular utiliza desmaquillantes suaves de alta tolerancia y pH neutro. Aplícalos sin ejercer excesiva fuerza sobre el globo ocular.
5-El peeling te permite eliminar células superficiales, limpiar la piel y los poros, ejercer una acción estimulante y suavizar la piel.
6-Utiliza toallitas desmaquillantes sólo para casos excepcionales. No son limpiadoras y sirven para lo que su nombre indica: desmaquillarte.
Los hombres también necesitan limpiar la piel de su cara, aunque a veces consideren que lo único imprescindible es afeitarse. Mantener la tez en un buen estado, además de evitar el envejecimiento precoz, favorecerá un buen afeitado, sin irritaciones, alergias, ni otros problemas frecuentes en los poros masculinos.
Además de esta higiene diaria, deberías acudir a un especialista para realizar una limpieza en profundidad. Sus productos cosméticos y recomendaciones mantendrán la salud y el aspecto juvenil de la piel.