La acción de las cremas solares para proteger la piel de la agresión solar se puede reforzar con la ingesta de productos naturales que actúan desde el interior del organismo. Algunos estudios señalan que el consumo de alimentos y plantas con propiedades antioxidantes resultan eficaces para retrasar el envejecimiento cutáneo, ...
La acción de las cremas solares para proteger la piel de la agresión solar se puede reforzar con la ingesta de productos naturales que actúan desde el interior del organismo. Algunos estudios señalan que el consumo de alimentos y plantas con propiedades antioxidantes resultan eficaces para retrasar el envejecimiento cutáneo, mejorar el bronceado y minimizar los daños producidos por el sol y los rayos ultravioletas.
Entre las plantas medicinales (complementarias a los fotoprotectores) con propiedades antioxidantes que retrasan el envejecimiento cutáneo y protegen la piel de los rayos ultravioleta, destacarían:
1-Aceite de rosa mosqueta, regenerador dérmico sin contraindicaciones salvo su empleo en pieles grasas o con acné. Contiene ácidos grasos poliinsaturados indicados para regenerar las membranas celulares, renovar los tejidos, prevenir y atenuar el envejecimiento prematuro de la piel, reducir las arrugas y las estrías, mejorar la piel seca, apagada y/o dañada por el sol. Presenta vitaminas (A, E, C, B1 y B2). Se considera que reduce las manchas de la piel y previene y corrige el fotoenvejecimiento causado por las radiaciones solares, activando la melanina.
Puedes encontrarlo en cremas, protector labial, protector solar, jabones, etc. Se aplica en cara y cuerpo tras el baño o ducha, se añade al agua del baño, tras el depilado, tras el afeitado o por la noche sobre la piel limpia. Se recomienda aplicarlo gota a gota y masajear.
2-Aceite de onagra rico en ácidos grasos insaturados especialmente linoléico y gamma-linolénico. Se considera que previene el envejecimiento cutáneo, hidrata la piel y mejora la elasticidad. Por vía oral puede generar molestias estomacales, dolor de cabeza, diarrea y náuseas. No se debe consumir durante embarazo, lactancia, epilepsia, convulsiones, problemas de coagulación, antes de una cirugía o si se toman fármacos anticoagulantes. Es muy versátil pues forma parte de varios productos cosméticos. Puedes ingerirlo en cápsulas, en infusión o aplicarlo directamente sobre la piel.
3-Aloe vera, cuya savia transparente se aplica directamente sobre la piel o se consume por vía oral. Contiene un elevado porcentaje de agua y una resina rica en polisacáridos, resinas protectoras (aloína, ácido cinámico), ácido salicílico, vitaminas (A, E, C, ácido fólico), oligoelementos (calcio, sodio, zinc), aminoácidos, enzimas, ligninas y saponinas.
Se considera antiséptico, bactericida, antiprurítico, regenerador, cicatrizante e hidratante y resulta útil para mejorar las quemaduras solares y para prevenir o eliminar pequeñas estrías y arrugas, mezclado con aceite o una crema hidratante.
Se utiliza en formas variadas (gotas, píldoras, grageas, supositorios, extracto y tinturas). Los efectos secundarios son mínimos, y en la aplicación tópica sobre la piel se presentan cuando el tratamiento es crónico o en personas especialmente sensibles. Para evitar alergias se recomienda probar una pequeña cantidad en la piel de la cara interna del brazo y observar si aparece o no prurito, que debe ser consultado con el especialista.