3 tipos de descanso (que no son dormir)

Estefanía Grijota

El descanso no siempre tiene por qué ser sinónimo de más sueño o dormir más. Cuando escuchamos las necesidades y los factores desencadenantes del cuerpo, podemos comprender mejor cómo es y en qué consiste el verdadero descanso

11/04/2024

Es fácil estar ocupadas, con distracciones y con cosas siempre por hacer. Valoramos enormemente la productividad. Muchos de nosotros creemos en algún lugar profundo de nuestro ser que, mientras no hacemos nada, no producimos,  y por tanto, no somos útiles, no aprovechamos ni disfrutamos, que si descansamos o no trabajamos ...

Es fácil estar ocupadas, con distracciones y con cosas siempre por hacer. Valoramos enormemente la productividad. Muchos de nosotros creemos en algún lugar profundo de nuestro ser que, mientras no hacemos nada, no producimos,  y por tanto, no somos útiles, no aprovechamos ni disfrutamos, que si descansamos o no trabajamos por un tiempo, perdemos. Pero más bien es muy al contrario...

El descanso es una medicina importante. Nuestros cuerpos son capaces de curar tantas dolencias y lesiones sin mucha más intervención que el descanso. Además, el estrés está implicado en aproximadamente el 90 por ciento de las enfermedades agudas y crónicas.

¿Qué significa realmente descansar y cómo podemos hacerlo sin dormir?

Evidentemente, descansar puede significar dormir más. Pero cuando estamos crónicamente estresados, nuestro sueño puede verse alterado o simplemente podemos caer en una inconsciencia inquieta durante la noche que no nos deja sintiéndonos renovados por la mañana. Es posible que dormir no sea el tipo de descanso que realmente necesitemos.

Para entender el descanso, necesitamos entender un poco cómo funciona el sistema nervioso. Cuando nuestro sistema nervioso simpático tiene el control, el cuerpo dedica mucha energía a nuestro cerebro y a nuestras extremidades, asegurándose de que estemos preparados para afrontar la tarea que tenemos por delante, ya sea el estrés de un proyecto laboral interesante o el estrés por miedo o preocupación.

El sistema nervioso parasimpático controla todas las funciones inconscientes de nuestro cuerpo, incluida la digestión, el equilibrio hormonal y la función del sistema inmunológico. Cuando miramos un programa divertido con un ser querido, damos un paseo lento por la naturaleza, disfrutamos de una suave clase de yoga o leemos un libro, nuestro cuerpo está controlado por el sistema nervioso parasimpático.

Un sistema nervioso sano puede pasar fácil y flexiblemente de un estado a otro dependiendo de lo que esté experimentando el cuerpo. En un mundo crónicamente estresado donde muchos de nosotros hemos experimentado algún trauma, a menudo nos cuesta pasar a ese estado parasimpático de descanso..

Yoga suave y meditación

Las clases de yoga suave tienen como objetivo invitar a movimientos suaves al cuerpo mientras se mantiene la frecuencia cardíaca relativamente baja. El yoga restaurativo, por ejemplo, es un estilo de yoga que pide descansar en ciertas asanas durante unos minutos para la relajación y el descanso. Para algunas personas, esta práctica activa un descanso profundo y saludable de inmediato.

Meditar o acudir a alguna sesión de relajación con sonido o musicoterapia también puede ser una muy buena forma de descansar, entre otros muchos beneficios.

Tómate un descanso de las redes sociales

Parte de la razón por la que tanta gente está estresada es la gran cantidad de información que recibimos constantemente de las noticias y las redes sociales. Rara vez tenemos tiempo suficiente para dejar que nuestro cerebro integre toda esa información.

Leer un libro nuevo o reeleer alguno que conoces bien, escribir un diario o jugar juegos simples como crucigramas pueden ser una forma de ocupar tu mente suavemente sin necesidad de procesar ninguna información nueva, y esto es muy útil, especialmente si tu sistema nerviosos tiende a estresarse.

Caminar por la naturaleza

Hay algo en caminar en la naturaleza que es increíblemente calmante y ayuda a restablecer el sistema nervioso. Incluso una corta caminata en un parque cerca de tu casa puede ayudarte a dejar de lado lo que tienes en mente y sentirte mejor. Caminar es una forma de estimulación bilateral alterna: estás moviendo las dos mitades de tu cuerpo de manera alterna y rítmica, lo que estimula ambos hemisferios cerebrales.

 

Foto principal: Pexels

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