De hecho, según el último informe de la Academia Americana de Cirugía Plástica Facial y Reconstructiva, la bichectomia es la operación más aclamada por la generación `millennial´. Está claro que un ángulo mandibular marcado aporta más armonía y juventud al rostro. Hoy los expertos de Capenergy nos hablan de "la ...
De hecho, según el último informe de la Academia Americana de Cirugía Plástica Facial y Reconstructiva, la bichectomia es la operación más aclamada por la generación `millennial´. Está claro que un ángulo mandibular marcado aporta más armonía y juventud al rostro. Hoy los expertos de Capenergy nos hablan de "la bichectomía sin cirugía", el tratamiento definitivo (y no quirúrgico) para angular el rostro, afinar la cara y resaltar aún más los pómulos.
Son unas bolsas de tejido adiposo que se encuentran en una capa profunda de la cara, bajo los pómulos y entre los músculos masetero y buccinador. Actúan como una especie de almohadilla o amortiguador entre esos músculos faciales que, entre otras cosas, participan en los movimientos de la masticación. Estas glándulas no cumplen ninguna función específica en los adultos, sino que solo aportan volumen a la zona, haciendo más redondo el rostro dependiendo de su tamaño y la forma del contorno facial de la persona.
Estas bolsas llevan el nombre del médico anatomista francés que las identificó a finales del siglo XVIII, Xavier Bichat. Su tamaño y volumen varían de una persona a otra por cuestiones genéticas, y pueden darle a la cara un aspecto redondeado, que no tiene que ver con el sobrepeso.
Aunque no cumplen una función estructural en nuestro rostro, su localización está muy ligada a un área delicada de la cara, cerca de varias terminaciones del nervio facial, del conducto parotídeo, por el que circula la saliva desde la glándula parótida hacia la boca, y de vasos sanguíneos importantes de la cara.
Los especialistas en cirugía reconstructiva y dental llevan décadas utilizando las bolas de Bichat como un recurso más dentro de su repertorio de técnicas quirúrgicas. Pero el interés de los últimos años por su extirpación es puramente estético, y en su mayoría de mujeres jóvenes (de entre 25 y 35 años), que no necesariamente tienen mofletes desproporcionadamente grandes ni rostros excesivamente redondeados.
Es una intervención que está en auge en el sector de cirugía estética cuyo objetivo es la extracción de las Bolas de Bichat, para así afinar la cara y acentuar los pómulos, consiguiendo un efecto similar al que se logra cuando se sombrean con colorete o se realiza un contouring makeup. Se realiza mediante anestesia local y asistida por láser, lo que disminuye el sangrado y acelera la recuperación, ya que evita que la zona se inflame tanto como con la técnica convencional.
Se realiza una incisión en la parte posterior de la mejilla, junto a los últimos molares del maxilar superior, y la grasa protruye resecándose con el láser de CO2 con el mínimo traumatismo. Se sutura la zona con puntos reabsorbibles que no hay que retirar posteriormente. Generalmente, pasados 5-6 días se puede hacer vida normal. Los resultados son visibles a partir del primer mes, pero los definitivos no se ven hasta pasados 4-5 meses.
Los expertos de Capenergy nos hablan de la bichectomia. "Si bien es una cirugía relativamente sencilla y poco invasiva, algunos expertos advierten que hay una cierta "banalización" en su uso, y que la operación es más compleja de lo que muchas clínicas de medicina estética quieren hacer ver. Dependiendo del rostro del paciente los resultados pueden ser distintos a los deseados, y dependiendo de la pericia del cirujano será el resultado. Puede ser muy tentador, pero no es tan simple como parece.
Pilar Sánchez, especialista en la Tecarterapia Capenergy, puntualiza que "es una operación que no tiene marcha atrás. Una vez extraída la grasa del rostro no hay forma de revertirlo. Y además, como toda intervención tiene una serie de riesgos añadidos, como posible lesión del nervio facial o la sección accidental del conducto de la saliva, la infección de las heridas quirúrgicas en la boca (una zona con poca higiene), la cicatrización excesiva, el daño de los tejidos o asimetrías en el rostro".
Además, muchos especialistas la cuestionan como procedimiento estético si los pacientes no tienen un rostro excesivamente redondeado: a corto plazo puede ser eficaz para marcar más los pómulos, pero a la larga puede provocar un aspecto de envejecimiento prematuro. "Si bien es cierto que el efecto de la extracción quirúrgica devuelve una armonía al rostro, también le evita disponer de un soporte de adaptación cuando los tejidos envejecen en la edad adulta, por lo que preservar la bolsa es conveniente para un envejecimiento más armónico y natural", afirma esta experta.
La radiofrecuencia también se utiliza como alternativa para tratar las Bolas de Bichat frente a la opción quirúrgica… para esculpir y acentuar el hueco que queda debajo del pómulo y destaca la línea mandibular. "Hasta ahora se extirpaban quirúrgicamente estos compartimentos de grasa ubicados en las mejillas que agrandan la amplitud de la cara. Sin embargo, esta intervención deja secuelas, ya que con la edad el rostro carece de ese soporte graso y se descuelga en picado. El tratamiento consiste en la introducción de energía de la radiofrecuencia Capenergy en el interior de la mejilla, justo encima de donde se encuentran las Bolas de Bichat, para licuar la grasa y reducir su tamaño. En paralelo, se puede apoyar el tratamiento externamente con un segundo manípulo que envía un flujo de energía a la mejilla para duplicar el efecto de lipólisis controlada y localizada", explica Pilar Sánchez.
A través de su innovadora tecnología intraoral, exclusiva y patentada, el equipo C1.0 de Capenergy puede trabajar no sólo las arrugas de expresión, tanto del orbicular de los labios como las líneas de expresión nasogenianas, desde el origen del problema, sino que el procedimiento permite dotar al tratamiento facial de un enfoque más completo y profundo para generar mayor tensión de la musculatura facial y creando colágeno desde el interior. El resultado de este tratamiento es un efecto antienvejecimiento y tensor mucho más potente, inmediato y sostenible en el tiempo.
Y gracias al aplicador intraoral de bola, el profesional estético podrá realizar una lipólisis selectiva del contenido de las Bolas de Bichat, sin tener que someterse a una cirugía, y reservando esta estructura biológica para el futuro. El aumento de temperatura que genera en el tejido, aproximadamente de un 12% por cada incremento de 1ºC de temperatura, disuelve las concentraciones de grasa sin tener que recurrir a la vía quirúrgica.
El resultado se aprecia ya desde la primera sesión. Se trata de una de las pocas tecnologías que permiten ver cambios reales cuando te levantas de la camilla. Esto anima mucho a continuar el tratamiento. Sin embargo, se recomienda realizarse un conjunto de 5 sesiones de 30 minutos.
El resultado se aprecia ya desde la primera sesión. Se trata de una de las pocas tecnologías que permiten ver cambios reales cuando te levantas de la camilla. Esto anima mucho a continuar el tratamiento. Sin embargo, se recomienda realizarse un conjunto de 5 sesiones de 30 minutos.
Las habituales de la electroterapia: embarazo, cáncer, infecciones bacterianas, anestesias o parestesias, sin embargo, el dispositivo dispone de un sensor de temperatura, por lo que se podría aplicar con seguimiento de la evolución de la temperatura en escalas inferiores.
Precio: 100€ sesión
¿Dónde? INNEOTERAPIA LES CORTS Calle Bordeus, 2. T. 687 452 613. 08029 Barcelona INNEOTERAPIA DESPÍ. Jacint Verdaguer, 4. T.687452612. 08970 Sant Joan Despí. Barcelona CLÍNICA DENTAL ZENTRUM. Calle Seseña, 36, T. 917 114 440. 28024 Madrid